El Correo de Burgos

SUCESOS

Sorprenden a dos furtivos al acecho de lobos en el Valle de Valdelucio

Habían montado un cebadero y acechaban al aguardo a que acudieran los lobos para disparar con rifles con visor térmico de última generación / El alcalde teme que se quede en una multa menor

Los dos rifles incautados junto a un visor térmico nocturno de última generación y otros elementos prohibidos.-ECB

Los dos rifles incautados junto a un visor térmico nocturno de última generación y otros elementos prohibidos.-ECB

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M. M. - D. S. / Burgos
Burgos

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La caza mayor es un deporte a menudo elitista por el desembolso en material y licencias que conlleva. Obtener un permiso en las subastas supone desembolsar cientos o miles de euros, en función de la pieza a abatir y por eso siempre hay furtivos que cazan sin pagar las tasas y eluden cualquier control de la fauna como lo que lleva aparejada la caza regulada y se saltan los cupos. Que un cazador sea furtivo no quiere decir que carezca de recursos o emplee peor material. En ocasiones ocurre todo lo contrario, cuando ya no hay cupo o el cazador no puede o no quiere concurrir a la subasta oficial contacta con furtivos profesionales que le asisten para tratar de cobrar las piezas de forma ilegal. El caso detectado el pasado viernes en el Valle de Valdelucio en Burgos apunta a este tipo de malas prácticas. Dos personas fueron sorprendidas en una caseta de madera acechando a los lobos aplicando la modalidad de caza conocida como aguardo. Un permiso para cazar lobos en esa modalidad -que no se admite en la zona- cuesta en torno a los 3.500 euros cuando salen a subasta en la Comunidad. Los agentes medioambientales al norte del Duero han detectado una mayor presión sobre el lobo como pieza cinegética, según explicaron a este periódico.Al parecer, los dos furtivos, habían colocado cebos y restos de carne de diferente origen, algunos de ellos declarados ilegales para ser utilizados en acciones cinegéticas con toda la intención de atraer a sus presas hacia ese lugar, que habían calculado como idóneo para el tiro a distancia desde la caseta. Su presa principal en esa zona es el lobo, aunque podrían haber entrado otros carnívoros como el zorro.En el coto en el que estaban apostados se permite la caza de ciervo y, de hecho, los dos investigados contaban con un sólo precinto para venado que, lógicamente, no se puede cazar de noche.En la caseta del coto de Valdelucio aguardaban dos personas provistas con rifles de dos rifles, que en el momento en el que fueron sorprendidos por los agentes medio ambientales, se encontraban desenfundados y municionados. Iban equipados con un visor térmico de última generación y otro nocturno, elementos que están prohibidos para la caza y cuyo uso constituye una infracción grave.Portaban, además, dos fuentes luminosas artificiales de gran alcance y un cuchillo de caza.

Los agentes medioambientales han manifestado en numerosas ocasiones la desigualdad de medios con la que se tienen que enfrentar a furtivos y otros individuos que quebrantan la ley, contra los que carecen de más fuerza que la razón.Multa y nada más

Aunque estaban ya en pleno aguardo esperando a las piezas, no pudieron cazar ningún lobo dada la diligente respuesta de los responsables de velar por las buenas prácticas cinegéticas de la zona, en la que están censadas manadas de lobos que comparten el territorio con Palencia y Cantabria.De hecho algunos ganaderos han sufrido ataques del lobo como confirma el propio alcalde de Valle de Valdelucio, Fernando del Olmo, titular de una explotación ganadera y víctima puntual de alguna manada.

La técnica al aguardo empleada, el tipo de armamento que portaban, el uso de cebo y de visores nocturnos encaja perfectamente con el acecho al lobo, pero el alcalde teme que los dos furtivos identificados el viernes salden el lance con una simple sanción administrativa por emplear material prohibido y cazar a deshoras, ya que no se les incautó ningún ejemplar abatido de lobo.Confirma, además, que no es extraño que aparezcan por la zona , fronteriza entre Palencia, Burgos y el sur de Cantabria, furtivos venidos de otras provincias, aunque es más habitual que su objetivo sean los venados y jabalíes.Aunque por el momento, según ha podido deber este periódico, el servicio de Agentes Medio Ambientales de la Junta de Castilla y León sigue realizando averiguaciones por si detrás de este caso existiera una red de furtivismo, a los dos cazadores sorprendidos el viernes se les ha sancionado por cazar sin autorización, en horario restringido, con óptica no permitida, utilizar técnicas prohibidas y cebar animales salvajes sin autorización. Todas ellas son infracciones muy graves según la normativa vigente y conllevan cada una cuantiosa sanción.El Ayuntamiento no sufre perjuicio económico por este caso de furtivismo ya que, según confirmó el alcalde, los permisos para este año ya están vendidos y a partir de ahí la caza escapa de su control por lo que podría suceder que un cazador con los permisos en regla «hiciera el cafre» igual que un furtivo.

En la misma zona se sorprendió en el mes de julio a un furtivo al que le fue intervenido un rifle muy similar al de los dos cazadores de lobos del viernes, también con mira telescópica y visor nocturno al que los agentes medio ambientales localizaron de noche en un coto de caza entre Basconcillos del Tozo y Valle de Valdelucio. Lo pillaron después de pasar la noche intentando cazar un jabalí cuando volvía a su coche, que resultó ser un Porche Cayenne. Este furtivo se había desplazado desde Cáceres para tratar de abatir un trofeo en Burgos. Ese mismo mes, la Guardia Civil investigó a tres cazadores furtivos, residentes en Extremadura por abatir un corzo en un terreno cinegético de Burgos de aprovechamiento privado y sin autorización del titular.El furtivismo por parte de desaprensivos que se desplazan a Burgos desde comunidades como Castilla La Mancha, Extremadura o Andalucía no es un fenómeno nuevo pero sí persistente y, como ocurre frecuentemente con el furtivismo micológico, cuenta con el respaldo de contactos locales que facilitan la infraestructura, la localización de las presas y ayudan a no ser detectados. El servicio de vigilancia medio ambiental y el Seprona son conscientes de esta amenaza y multiplican las precauciones precisamente en vacaciones y puentes festivos.Precedentes

Hace cinco años fueron interceptados en un control rutinario de carreteras en Plasencia cinco furtivos que viajaban en un todoterreno en el que portaban cuatro trofeos de corzos, uno de ellos posible medalla, y otro de jabalí, así como diferentes efectos para la caza ilegal y varios kilogramos de carne deshuesada, además de un rifle del calibre 243, totalmente desarmado y oculto en diferentes compartimentos del coche. Esas piezas las habían abatido de noche y sin permiso en un coto de la localidad burgalesa de Soncillo y su destino era la ciudad de Sevilla para la posterior venta de los trofeos. El mismo año se detuvo a cuatro furtivos de Huelva que habían cazado ilegalmente al menos trece corzos en Burgos sin licencia, sin precintos y empleando un rifle con silenciador. Para evitar al Seprona se habían enviado sus trofeos por paquetería hasta la provincia de Huelva.

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