El PP prepara sus propios «presupuestos alternativos»

El Partido Popular no se resigna a esperar que se formalice el previsible apoyo de Ciudadanos a las cuentas planteadas por el equipo de Gobierno. Frente a este acercamiento que sin lugar a dudas genera múltiples recelos en el bloque de centro-derecha, el principal partido de la oposición ha optado por elaborar sus propios «presupuestos alternativos». El borrador, según avanzaba ayer su portavoz municipal, Javier Lacalle, se dará a conocer la «próxima semana».Con «propuestas concretas» sobre la cuantía fijada por el Ejecutivo socialista, los ‘populares’ pretenden encarrilar un presupuesto tardío e incompleto, ya que todavía se desconocen las inversiones plurianuales. Por ahora, el PP prefiere no avanzar nada sobre su contenido porque aún se está trabajando en dicho borrador, posible arma de doble filo si tuviese en cuenta los requerimientos de la formación naranja. Lo que sí quiso dejar claro Lacalle es que estas cuentas pretenden paliar la «nula gestión» del equipo deDaniel de la Rosa en seis meses de andadura al frente de la Corporación.La ausencia de un «proyecto de ciudad» ha generado, según Lacalle, un inicio de mandato marcado por la «paralización», la «falta de transparencia» y una «nula participación ciudadana». El modus operandi del PSOE, a juicio de los ‘populares’, se basa en actuar «a salto de mata, de improvisación en improvisación» mientras se obvia la «crítica constructiva» del resto de formaciones a excepción de Podemos, cuyo papel se limita a sustentar un «Gobierno socialcomunista».Desde que se hizo con el bastón de mando, De la Rosa ha dedicado «más tiempo a hacer oposición a la oposición» que a ocuparse de los problemas de la ciudad. Bajo esa perspectiva, Lacalle consideró que la figura del regidor se asemeja cada vez más a la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque a ambos «les importan mucho más las sillas que la gente». En su opinión, Burgos no merece un representante «encantado de haberse conocido por el hecho de ser alcalde» y que prefiere «hablar de grandes actuaciones y problemas mundiales». El cargo, prosiguió Lacalle, le ha convertido en un líder «arrogante», «prepotente» y «soberbio» que «se salta los acuerdos (previamente firmados con el Partido Popular) a la torera».Tampoco pasan por alto los ‘populares’ la «descoordinación entre concejalías» o el «desastre» del Instituto Municipal de Cultura (IMC), el «colmo de los colmos» porque muchos expedientes «se arrastran» o directamente «no salen». De igual manera, Lacalle puso el foco sobre las «ilegalidades graves» -que no irregularidades- del equipo de Gobierno. Por ejemplo, al permitir que una empresa preste servicio sin haberse resuelto el concurso de licitación pública en el caso de los campamentos de verano o adjudicando las escuelas deportivas pese a la existencia de dos informes desfavorables.Críticas aparte, Lacalle aprovechó el balance anual para sacar pecho de las propuestas de su grupo que han salido adelante. La más importante, desde su punto de vista, es el desarrollo del parque de Artillería conforme a lo establecido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Y es que al tumbar el «capricho» de De la Rosa, la ciudad se asegura un «ahorro de más de 11 millones de euros». Asimismo, recordó otras actuaciones promovidas desde su formación como la gratuidad del autobús urbano para mayores de 65 años, la aprobación de medidas de conciliación para empleados municipales o la legalización del Consorcio del Desvío en septiembre tras la «irresponsabilidad» manifiesta del PSOE hace un año.¿Prosperará la moción de censura que los ‘populares’ barajan desde el minuto uno? Las puertas al «cambio en la ciudad» siguen «abiertas», subrayó Lacalle sin adelantar acontecimientos. Lo que sí expresó es que «más allá de discrepancias puntuales» con Cs y Vox, la relación con ambos partidos continúa siendo «fluida».