Cruz Roja entrega juguetes a 314 niños en riesgo de exclusión social
Se realiza a través del programa ‘El Juguete Educativo’ / 131 reciben una entrega económica
Con el objetivo de promover el uso de juegos y juguetes como herramienta educativa y de transmisión de valores en el contexto escolar y familiar y cubrir las necesidades de niños y niñas de toda España pertenecientes a familias en riesgo de vulnerabilidad social y económica que no podían asumir la adquisición de juguetes, Cruz Roja ponía en marcha en 1992 la primera campaña de recogida y entrega de juguetes.«La meta de esta campaña es asegurar el derecho al juego a niños y niñas de entre 0 y 18 años en riesgo de exclusión social, así como sensibilizar sobre la importancia del juego y el juguete, y su incidencia en el desarrollo evolutivo», explica Elena Abajo, directora provincial de Cruz Roja Juventud en Burgos, quien recuerda que «se trata de un proyecto extensivo y de carácter anual, que por razones obvias suscita más movimiento e interés durante las fiestas navideñas».A partir del año 2000 se inició la tarea de sensibilizar e informar a la población sobre el juguete no bélico y no sexista y recientemente se ha incorporado una nueva característica, que «sea lo más sostenible posible», apunta Abajo, que recuerda que la campaña de reparto de juguetes «ha ido evolucionando progresivamente hasta su integración en el proyecto ‘El Juguete Educativo’».Solo en estas fechas y a través de este proyecto, la entidad social entregará más de 400 juguetes a 314 niños de la provincia burgalesa que se encuentran en riesgo de exclusión social, mientras que 131 han percibido una entrega económica. Los juguetes, que llegan desde diversas entidades privadas y empresas, así como de particulares, «se entregan a las familias para que sean ellas las que decidan cuándo se los quieren dar a sus hijos, si por Reyes, por su cumpleaños o para celebrar otra fecha señalada».Los juguetes que se entregan son nuevos «por equidad y no discriminación, para que todos los niños y niñas tengan un juguete nuevo. De acuerdo con el principio de imparcialidad, nos resulta imposible tener que discriminar a algunas personas dándoles juguetes de segunda mano, no creemos que haya infancia de primera e infancia de segunda categoría», señala la responsable, quien añade además que «una vez abierto y usado un juguete no podemos garantizar que sea 100%».No tendrán carácter bélico ni sexista «con el objetivo de favorecer actitudes de respeto y cooperación porque los juguetes son elementos transmisores de valores sociales y a través del juego los niños adquieren conocimientos y comportamientos que deben favorecer valores como la tolerancia, la diversidad, el respeto o la igualdad».Por último, serán juguetes medioambientalmente sostenibles, «preferiblemente fabricados a partir de materiales con menor impacto medioambiental».Al margen del valor tangible que tienen los juguetes, Abajo recuerda que «fomentan una propuesta educativa tan importante como es el juego». Recuerda que «la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia reconoce el juego como un derecho fundamental ya que desarrolla la personalidad de los niños y emociones y posibilita situaciones óptimas que influyen en el sano crecimiento y desarrollo de la infancia».Tras la recogida de los juguetes, la entidad social se encarga de hacer una selección por edades. Además «se revisa que cumplan con las características planteadas y tratamos de ‘encontrar’ al niño más idóneo para cada juguete», señala.Empresas como Lear Magnesio, Banco Santander o Caixa colaborar con Cruz Roja en esta campaña. En el caso de Caixa y a través de la acción ‘El árbol de los sueños’, «los niños escriben en una carta lo que les gustaría tener y un empleado de la entidad bancaria se encarga de comprarlo, de esta forma los niños tienen lo que desean en fechas señaladas igual que el resto», explica Abajo.