El Correo de Burgos

SOCIEDAD

A la búsqueda de «pequeños tesoros»

La XII Feria de Antigüedades, que se celebra hasta hoy en el Fórum Evolución, cuenta con 55 expositores de España, Francia e Inglaterra / La variedad de piezas y colecciones es infinita

Un vendedor coloca algunas piezas en el expositor.-ISRAEL L. MURILLO

Un vendedor coloca algunas piezas en el expositor.-ISRAEL L. MURILLO

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N. E.
Burgos

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A las 10.30 de la mañana de este sábado, con mucho frío y medio lloviendo, ya se reunían los primeros aficionados a las antigüedades y al coleccionismo a la entrada del Fórum Evolución y las puertas de la XII Feria de Antigüedades abrían a las 11.00. Este detalle permite hacerse una ligera idea de la buena acogida que tiene este evento que se celebra todos los eneros y también durante los meses de julio en la capital burgalesa.

Los 55 expositores con sus cientos de objetos esperaban tranquilos a su público que acude buscando quizá una joya de coral, un abanico francés de seda del siglo XVIII, un bolso de firma de mediados del siglo XX, una vajilla de porcelana o bien una cómoda para instalar en su casa. La variedad de piezas es tan importante como la de personas que acude a esta cita.

Maricruz Madrid y Ángel Moix son los organizadores de esta feria que congrega a expositores de varias provincias españolas, especialmente de la mitad norte de España, y también de Francia (6) e Inglaterra (1). «Este es un mercadillo en el que puedes estar todo el fin de semana viendo objetos, comprando, hablando, cambiando, tocando... Hay coleccionismo, hay vintage, hay retro, hay de todo y es muy ameno», comenta Madrid, mientras la venta de entradas (3 euros) no se detiene un solo instante en la mañana del sábado.

El mundo del coleccionismo atrae a un importante número de curiosos a la feria. Buscan esa moneda que les hace falta, un pin, cromos o sellos. Las porcelanas antiguas o las espectaculares figuras de Lladró tienen muy buena salida, así como las joyas de plata o los relojes antiguos.

El rincón de Mariajo, de Bilbao, está especializado en las piezas de coral de joyería y en relojes. «Nos encanta venir a Burgos a los comerciantes por estas fechas porque los clientes son muy fieles», asegura esta anticuaria, que reseña que no todo el público es gente especializada sino que está la típica persona que entra y se compra un capricho. Entre quienes vienen buscando algo concreto «hay mucho relojero», explica esta vendedora, «a la caza de piezas para restaurar relojes antiguos».

Los precios de las piezas a la venta son de todo tipo. Hay monedas por las que se puede pagar un euro o bien joyas de 3.000 euros, o una vitrina especial por 700.

Maite y su marido, también vienen de Bilbao, no tienen tienda física y esta afición les lleva de feria en feria por toda España. Ya han venido a Burgos varios años y en esta ocasión han traído «piezas para todo tipo de gente». Los coleccionistas pueden encontrar en su puesto ajedreces, radios, campanas y lámparas, pero también cuentan con alguna pieza un poco exclusiva como abanicos de seda del siglo XIX, carteritas de plata o bolsos de mano.

Hay clientes que repiten todos los años y ya saben a qué puestos dirigirse porque el año anterior les interesó una pieza concreta. Es el caso de Jorge que rebusca entre las joyas de plata a la búsqueda de una cruz que le llame la atención.

La imaginería militar en forma de insignias o piezas de ropa de uniformes genera un gran atractivo entre el público. Así, varios de los rincones dedicados a este tipo de objetos estaban llenos de público desde primera hora de la mañana.

Maricruz Madrid destaca el interés que despiertan los juguetes antiguos, «colecciones de Nancys y Mariquitas Pérez, siempre tienen su público». Los organizadores destacan que la variedad es tan amplia que cualquier tipo de persona puede encontrar «su pequeño tesoro».

Los 55 expositores están distribuidos entre la planta baja y el primer piso del Fórum Evolución. Poco a poco se han ido sumando anticuarios a esta cita burgalesa gracias a la buena respuesta del público. Así, este año se han sumado varios anticuarios franceses que en otras ferias no habían estado. «Pensamos que puede ser un incentivo porque igual traen piezas a las que estamos menos habituados en España, igual un mueble europeo que aquí se ha visto menos», reseña la organizadora. En el caso de los franceses se dedican más al mueble antiguo, mientras que el anticuario inglés es más de todo tipo de colecciones.

Los profesionales burgaleses también tienen espacio en esta feria, así por ejemplo está representado el Museo del Libro y la editorial Siloé con sus piezas más conocidas.

La XII Feria de Antigüedades estará abierta durante toda la jornada de hoy por lo que este domingo los aficionados a este mundillo tienen una nueva oportunidad de encontrar quizá, aquello que menos esperan.

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