El 40% de pacientes de Urgencias iban por Covid en los primeros meses

Fue el lugar de referencia hace un año para todos en medio del desconcierto. La sociedad sólo sabía que fiebre muy alta y tos seca podían indicar que el virus, entonces chino, podía estar su cuerpo y contagiar a los que más quieren.

Los médicos poco más sabían a falta de pruebas específicas que detectaran la presencia de la enfermedad y la tensión de atender sin saber si se estaban contagiando o no.

«El inicio del año fue intenso principalmente por el desconocimiento de la situación a la que nos enfrentábamos cada día», recuerda el jefe del servicio de Urgencias, Francisco Callado, sobre lo vivido hace un año.

Las urgencias es quizás el espacio que más ha cambiado en este último año. Conforme se ha ido conociendo más la enfermedad, se ha dispuesto de pruebas de diagnóstico rápido y protocolos desde Atención Primaria, el ingreso al hospital puede darse por diferentes puertas y no solo la de urgencias.

Las urgencias es quizás el espacio que más ha cambiado en este último año

Así, al inicio de la pandemia el 40% de pacientes que acudían al servicio lo hacían con clínica o sospecha covid. «La positividad de las pruebas es relativa porque, en esa época, a muchos pacientes con síntomas leves se les aislaba en su domicilio sin hacer PCR», recuerda Callado.

También recuerda que, ante la demanda y necesidad de separar espacios, se dispuso de una carpa de triaje previo para pacientes que «o bien se les derivaba a su domicilio y Atención Primaria hacía seguimiento o se les atendía dentro del área de urgencias».

La presencia covid ha caído un año después en esta zona. Para el jefe del servicio de Urgencias considera que «ahora se hace PCR a todos los sospechosos, a los que van a ingresar y a los que van a realizar esas pruebas y eso hace que haya más positivos, pero respecto al porcentaje, como acuden más pacientes por patologías no relacionadas con la Covid-19, ha disminuido».

El conocer mejor la enfermedad, el análisis de positivos ha hecho que el miedo a ir a Urgencias se haya perdido un factor que sí se dio al inicio de la pandemia y preocupaba a los servicios médicos por dolencias graves que pudieran no atenderse a tiempo.

Para el área de urgencias este último año «ha supuesto el mayor reto sanitario para el servicio que haya vivido, igual que yo mismo, la crisis de la colza, las vacas locas, el sida, el ébola y alguna otra situación estresante y desconocida», relata Callado.

Reconoce que el virus «nos ha puesto a prueba» pero hace una valoración positiva porque «sanitariamente hemos mejorado en la organización del servicio, nos hemos adaptado a los espacios y a situaciones nuevas todos los días».

Apunta, además, a «la carga emocional añadida» porque «las situaciones personales y familiares era, en ocasiones, muy dramáticas».

«Ha supuesto el mayor reto sanitario para el servicio que haya vivido, igual que yo mismo, la crisis de la colza, las vacas locas, el sida, el ébola y alguna otra situación estresante y desconocida»

Respecto a la posibilidad de un repunte en la cuarta ola que pueda afectar de manera crítica al servicio de Urgencias, Callado considera que el equipo «está preparado para afrontar las situaciones venideras tanto en espacio físico como psicológicamente».

Insiste, como todos los responsables de las áreas más implicadas en el tratamiento de la Covid-19, en la valía y compromiso del personal con el que trabaja.

«Estoy orgulloso de contar con los profesionales de todos los estamentos, con una capacidad de adaptación y de sacrificio como se ha demostrado sobradamente desde hace un año», explica. Un argumento suficiente para ponerse frente al coronavirus con todas las garantías una vez más.

En este sentido, desde la Gerencia de Atención Especializada reconocen que el año ha sido muy duro organizativa y sanitariamente y «todos estamos deseando superar esta situación y retomar los proyectos que teníamos». Reconocen que la cuarta ola «no podemos descartarla».

Pero apuntan que, en el CAUBU, cuando la incidencia del virus no es crítica, ponen el foco de la actividad en «recuperar desde el punto de vista asistencial y de gestión, todo lo que la pandemia se ha llevado por delante».

Pero apuntan que, en el CAUBU, cuando la incidencia del virus no es crítica, ponen el foco de la actividad en «recuperar desde el punto de vista asistencial y de gestión, todo lo que la pandemia se ha llevado por delante»

Pero por el rabillo del ojo «permanecemos atentos a todos los indicadores que nos permiten adelantarnos a las necesidades que se puedan presentar».

Ese análisis previo sirvió al inicio de todo. Diseñar y aplicar de manera rápida un plan de contingencia que «fue clave para afrontar la pandemia», aunque desde la gerencia reconocen que «el compromiso de los profesionales y el apoyo de las instituciones» han ayudado a remar con más fuerza.