El Correo de Burgos

MOVILIDAD

El bus municipal solo recupera al 63% de los usuarios precovid

El nuevo mapa de líneas no ha conseguido llevar a la normalidad las cifras de pasajeros que se mantienen lejos de los datos de 2019, aunque ligeramente mejor con respecto al 2020 

Dos pasajeros suben esta semana al autobús de la línea 1 en la calle Vitoria cuando el aforo ya está totalmente recuperado. TOMÁS ALONSO

Dos pasajeros suben esta semana al autobús de la línea 1 en la calle Vitoria cuando el aforo ya está totalmente recuperado. TOMÁS ALONSO

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Los autobuses municipales están todavía muy lejos de las cifras de pasajeros en las que se movía el servicio antes de la pandemia de la covid-19. Con los datos facilitados por el Servicio de Movilidad y Transporte a los miembros del Consejo de Administración, se observa que con el mes de agosto cerrado apenas se suben al autobús el 63% de los viajeros que lo hacían en 2019, un año que fue muy positivo ya que por primera vez desde 2012 se superaron los 13 millones de trayectos.

El transporte colectivo de viajeros se ha resentido por las reservas de los ciudadanos a la hora de compartir espacios cerrados y con mucho trasiego de personas. Y está por ver cuándo se logrará regresar a la normalidad prepandemia.

Lo cierto es que con respecto a 2020 los números han mejorado un poco, pero no es un año que sirva de referencia ya que hubo meses, los más duros del confinamiento, en que las líneas no funcionaron con total normalidad y también se activó un protocolo muy restrictivo en cuanto a los aforos en esos primeros momentos. Así las cosas, en agosto de 2021 se contabilizan 5.415.336 usuarios, frente a los 4.528.020 del ejercicio anterior. La subida roza el 20% entre estos dos años comparados, pero hay que tener en cuenta que antes de la pandemia en el mes de agosto ya se sumaban más de 8,5 millones de trayectos. 

La subida de pasajeros entre 2020 y 2021, siempre teniendo en cuenta los datos de agosto, supone cerca del 20%

Precisamente este martes, 21 de septiembre, se eliminaban las limitaciones de aforo en los autobuses municipales, pero habrá que esperar a ver qué efectos tendrá esta medida que se aplica en Burgos por la bajada de la incidencia en los casos de covid-19. 

El grupo municipal popular, que ha podido contrastar estos datos de pasajeros, demanda al equipo de Gobierno un esfuerzo para incentivar el uso del transporte público colectivo. En opinión del viceportavoz de la formación, Jorge Berzosa, el descenso de viajeros no está tanto motivado por el aforo reducido al 75% en los autobuses, sino más bien por una pérdida de confianza de los usuarios a causa de los estragos de la crisis sanitaria. «Un 75% en los autobuses de 140 plazas, los de 18 metros, representa 105 pasajeros y salvo en alguna hora punta no se puede decir que la gente haya dejado de viajar por la restricción de aforo», sostiene, a la vez que indica que es una mala noticia que no se vaya recuperando la normalidad.

Ocupación del 40%

El concejal del PP, que ocupó la responsabilidad del área de Movilidad durante el pasado mandato, recuerda que la ocupación tradicional de los autobuses municipales en Burgos no es muy alta, salvo fechas concretas como el Curpillos o las fiestas de San Pedro, que en estos años tampoco se han celebrado. «La ocupación media de los autobuses es del 30 o del 40% y en algunos del 20% en un año normal sin pandemia de por medio. No se ronda el 75% casi nunca y hay que tener en cuenta que los conductores no tienen contador de personas por tanto no pueden saber cuándo se llega al máximo», manifiesta.

Durante el pasado agosto, cuando la quinta ola iba remitiendo y el nivel de vacunación se iba acercando a la llamada inmunidad de rebaño, el conjunto de líneas que circulan por la ciudad alcanzó los 569.334 viajeros, lo que da una media de 18.336 pasajeros diarios. En ese mismo mes, pero antes de la pandemia, en 2019, el número de viajeros fue de 778.748, más de 25.000 trayectos diarios. Hay que tener en cuenta que, agosto por ser un mes tradicional de vacaciones, es cuando menos usuarios suelen tener los autobuses en Burgos.

Desde el PP ponen el ojo en que los cambios en el mapa de líneas, que comenzó a funcionar el pasado enero, no han logrado atraer a los burgaleses al transporte colectivo ante unos cambios que se presuponen han mejorado las frecuencias de los buses y, por tanto, su eficacia. 

Como indica Berzosa, esta modificación en las líneas, que no alcanzó el consenso político, ha supuesto un incremento de costes que rondará los 600.000 euros anuales, en una época en la que, precisamente, los pasajeros han caído a mínimos. Esta circunstancia traerá consigo un incremento en el déficit de este servicio público y previsiblemente también un aumento en el coste del servicio por cada usuario. Según los informes de Intervención sobre el coste de los servicios municipales, en 2018 el coste por usuario estaba en 1,22 euros, se elevó en 2019 a 1,30 y en 2002 alcanzó los 2,23 euros, casi un euro más por pasajero que en 2018. «Aumentan los costes, pero no se traduce en más pasajeros y además se ha constatado que han subido las quejas de los usuarios», precisa.

«Aumentan los costes, pero no se traduce en más pasajeros y además se ha constatado que han subido las quejas de los usuarios», precisa Berzosa.

El aumento del coste anual del transporte municipal con el cambio del mapa de líneas tiene que ver con la contratación de 18 conductores, cinco de ellos de forma provisional. Así como con la puesta en la calle de entre 5 y 6 autobuses más al día para atender los cambios en las frecuencias. Esta apuesta del equipo de Gobierno no se ha traducido en un interés de los burgaleses por utilizar de manera cotidiana el autobús municipal.

Berzosa, por su anterior responsabilidad, conoce bien las dificultades que conlleva incrementar el número de pasajeros en los buses de Burgos. La anterior crisis económica supuso una caída constante de usuarios entre 2011 y 2017. «Solo en los años 18 y 19 comenzaron a incrementarse los pasajeros con la puesta en marcha de mejoras como la aplicación móvil para saber dónde estaban los autobuses, la puesta en marcha del bono joven, las campañas publicitarias y apenas subía del 3% en 3%, pero si ahora haces cambios en el mapa esperas conseguir más pasajeros y llegar a un 10% más», opina.

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