La mortalidad cae un 3,6% en cinco años, suben un 3% los nuevos casos

Sube la incidencia y cae la mortalidad. Al mismo tiempo que la vulnerabilidad social de las mujeres durante la guerra contra las células tumorales del pecho complica el proceso. Las cifras se mantienen, a pesar del infradiagnóstico que aún se digiere del año pasado, pero la tendencia a cinco años es clara. «Sobre el diagnóstico aún hay un pequeño retraso con respecto al año anterior, pero, al final, el cáncer de mama produce una situación de extrema vulnerabilidad a quienes lo padecen porque a su problema de salud tienen que lidiar con situaciones de paro o pérdida de ingresos en la unidad familiar: la paciente no puede trabajar, pero un familiar tiene que acompañarla y reducir jornada», señala el presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Burgos, Eduardo González. 

La campaña de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) remarca la vulnerabilidad social como una piedra más en el camino de las mujeres que pelean contra el cáncer de mama. El 15% están en esta situación, según un estudio de la AECC. El 34% de las pacientes han perdido el empleo durante el proceso y el 70% de las afectadas han visto reducidos sus ingresos o han perdido el salario. Pero hoy todos sacarán el lazo rosa para apoyar la lucha contra esta enfermedad cuyos datos van mejorando. El cáncer solo gana en el 4,7% de los casos detectados en la provincia. 

Según el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), durante este año se han diagnosticado 275 nuevos casos, son los mismos que el año pasado pero un 3% más que hace cinco años. En 2017 se detectaron 267 mujeres con tumor en la mama. 

Al mismo tiempo, la prevalencia a cinco años, también más alta que la registrada en 2017 en la provincia de Burgos. Según estas cifras, 1.117 mujeres están en plena batalla contra el cáncer o en seguimiento. La prevalencia se mide a cinco años vista desde que la mujer entra en el proceso de detección y tratamiento.  La cifra ha crecido un 5% respecto a hace cinco años cuando 1.063 mujeres estaban en pleno proceso del tratamiento. En el último año la cifra ha subido en tres mujeres más que hace un año. El crecimiento en los último cinco ejercicios ha sido sostenido.

Lo contrario, por suerte, sucede en la mortalidad. 52 mujeres han fallecido por cáncer de mama. El número, un drama por cada uno de los casos que refieren, se ha estancado en los últimos tres años. Pero es un 3,6% más bajo que hace cinco años, cuando fallecieron 55 burgalesas por esta patología, y casi un 20% menos que en 2018 cuando fallecieron 66 mujeres. Este tipo especifico de tumor está detrás de cinco de cada cien muertes por cáncer en la provincia.