Aumentan denuncias y protección a víctimas de violencia de género

Una mayor sensibilidad, una mayor conciencia social, mas información o la rebelión contra el negacionismo. Las asociaciones que trabajan con víctimas de violencia de género no saben a qué achacarlo pero los recursos de atención y denuncia ha crecido en el último año. Un ejemplo es la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica (Adavas) que hasta el mes de octubre ha atendido a 248 personas, un 26% más que los casos registrados durante todo el año pasado, que ascendieron a 196.

«El 2020 no fue bajo, en el confinamiento seguimos atendiendo y no hubo un descenso acusado, pero este año ha crecido, no podemos establecer una causa-efecto, pero puede que la gente esté mas concienciada y las víctimas conozcan más a dónde acudir», explica la presidenta de Adavas, Marina Villuela García. Lo que sí tiene claro es que «no se denuncia todo lo que hay». Y se aguanta. «La mitad de las víctimas llevan años aguantando, no suele ser una primera situación grave en la que se decide a denunciar o, incluso, a hablar de ello», explica.

Los recursos de atención se plantean por un lado como protección desde que se tiene conocimiento de malos tratos y, también, el trasiego judicial de los asuntos. El sistema VioGén realiza un seguimiento de los casos de violencia de género. En el último año el número de víctimas atendidas creció un 7%. Son 291 personas más hasta alcanzar las 4.338 víctimas que se han protegido a través del sistema VioGén. De los 4.859 casos que se han atendido se mantienen activos 627, son 19 más que en octubre del año pasado. De los casos activos los que mas suben son los grados de riesgo medio que pasan de 48 el año pasado a 71 hasta el mes de octubre.24 mujeres con seguimiento de Policía LocalDurante este año se ha terminado de integrar la Policía Local del Ayuntamiento de Burgos al sistema VioGén. El grupo de diversidad cuenta con cinco agentes y un oficial, que se encargan también de casos relacionados con exclusión social, maltrato a menores, absentismo, delitos de odio o prostitución. El grupo ya cuenta con el seguimiento de 24 mujeres y el objetivo de alcanzar 110. La adhesión se firmo  hace un año porque «entendemos que es una obligación moral con víctimas en situación vulnerable, de ahí que hayamos reforzado el compromiso del Ayuntamiento y Policía Local para llevar a cabo la protección a víctimas de bajo riesgo o riesgo no apreciado», señala la concejal de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero.

Más difícil es la atención en el medio rural. Del total de casos atendidos en Adavas, 52 proceden de pequeños municipios. «Es un entorno más reducido, todos se conocen, y las víctimas se cortan, en muchos casos las denuncias se cursan en un puesto de la Guardia Civil que no es el de su pueblo», explica Villuela.

Precisamente el atestado policial es el cauce que más sube para denunciar situaciones de malos tratos en el hogar. Crece casi un 16%. Hasta el segundo trimestre del año se han denunciado a través de agentes de la autoridad 386 casos de los que 320 llegan por denuncias de la propia víctima que han subido un 13%. Las familias han bajado a cuatro denuncias de las 11 del año pasado. Aunque lo que más crece son los ingresos a través de intervención policial que se ha doblado al pasar de 39 a 59 casos.Un millar de asuntos judicialesEn los juzgados también crecen los asuntos vinculados a la violencia de género.  En el primer semestre del año se han superado el millar de asuntos, un 1% más que hace un año, crecen un 7% los delitos  tramitados y hay un 2,8% más de medidas de protección emitidas mientras suben un 10% las órdenes de protección. Los hombres denunciados suben casi un 12% al pasar de 126 a 141. Los condenados también crecen. Han pasado de 52 en el primer semestre de 2020 a 62 este año.

Preocupa que, con la importante labor de sensibilización en institutos, la incidencia de relaciones tóxicas y de dominio no baje entre adolescentes. En el segundo trimestre del año cuatro son los asuntos judiciales con menores como víctimas. «Es algo a lo que no encuentro lógica, tenemos que seguir intentándolo, detectar por qué sigue pasando y dar con la tecla que frene esta tendencia», explica Marina Villuela.

 Las cifras de la violencia de género