Burgos con Ucrania: «proyectos con cara y ojos» para ayudar de manera «eficiente»

Enviar donaciones en especie a la población ucraniana que sufre los estragos de la guerra puede resultar «poco eficiente». Lo expuso en su momento la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) y las organizaciones sociales tomaron nota de ello. También el tejido empresarial y las administraciones públicas, dispuestas a canalizar ayudas a través de la plataforma Burgos con Ucrania. 

La iniciativa, «tremendamente solidaria y comprometida», surgió de una manera «bastante espontánea» y se consolidó en tiempo récord. Según ha expuesto el director general de la Fundación Caja de Burgos, Rafael Barbero, lo que se pretende es financiar «proyectos con cara y ojos» canalizando las aportaciones económicas de particulares y empresas «de la forma más eficiente y transparente posible».

Habilitada en cuestión de días bajo «criterios de sencillez» para facilitar el envío de dinero, la web de Burgos con Ucrania brinda la oportunidad de colaborar con los bancos de alimentos de Kiev y de los países limítrofes, responder a la «emergencia de Ucrania en Moldavia» desde tres centros de acogida en Chisinau bajo el amparo de Cáritas, gestionar el reparto de productos de primera necesidad con la supervisión de Cruz Roja o asistir a las personas más vulnerables en ocho municipios del país a través de Hijas de la Caridad. 

«Todavía está lo peor por venir», advierte el cónsul de Polonia en Castilla y León, Enrique De Villamor.

Por otro lado, los donativos también se pueden dirigir a la acogida de refugiados en la ciudad garantizando una «intervención social y de calidad» gracias a Burgos Acoge, Accem y Betania. No obstante, Barbero ha precisado que existe la posibilidad de elegir la «libre designación» para que la ayuda se reparta en función de las necesidades de cada proyecto. Además, ha indicado que se puede desgravar un 80% en la próxima declaración de la renta gracias a la Ley de Mecenazgo. 

La plataforma también cuenta con el respaldo del Consulado de Polonia en Castilla y León y Cantabria, con sede en Burgos. Para el propio cónsul, Enrique de Villamor, este «proyecto de ciudad» resulta imprescindible para trabajar «al unísono con las instituciones» y evitar la «falta de coordinación» que afecta a los voluntarios que se desplazan a la frontera «por su cuenta». 

«Todavía está lo peor por venir», aseguraba De Villamor mientras hacía hincapié en que la mayoría de exiliados hasta ahora son de «clase media y alta». El problema, a su juicio, es que se prevé la salida masiva de «las personas más desfavorecidas». Por eso, considera que esta iniciativa supone una «anticipación inteligente a la crisis humanitaria que nos viene encima». 

La plataforma se regirá por criterios de «flexibilidad y adaptación» a las diferentes fases del conflicto

Para Rosa Escolar, técnica de Burgos Acoge, ha quedado más que demostrado que «la solidaridad está en nuestro ADN». No en vano, ha incidido en la necesidad de «coordinar esfuerzos colectivos» bajo el «objetivo común» de ofrecer una «respuesta coherente y eficaz».

Para ello, la plataforma se regirá por criterios de «flexibilidad y adaptación» a las diferentes fases del conflicto, de ahí que se contemple la incorporación de nuevos proyectos. Asimismo, Escolar ha apremiado la búsqueda de «alternativas» habitacionales ante la posibilidad de que se produzca un «desbordamiento» dentro de 15 días. 

Convencido de que «vamos a estar a la altura de las circunstancias», Julián Alonso ha reivindicado, en nombre de la patronal burgalesa FAE, la «necesidad de gestionarlo de la mejor manera posible» ante el «caos» y las «mafias» que impiden que la ayuda llegue como es debido.

En este sentido, no ha dudado en apuntar que las empresas burgalesas colaborarán pese a atravesar un momento «muy duro» por la falta de componentes o el encarecimiento de la energía. Previamente, Barbero ha aseverado que las entidades promotoras de Burgos con Ucrania concretarán próximamente cuánto destinan para la causa.