El Correo de Burgos

Burgos Central tendrá varias fases antes de prohibir la circulación

Daniel de la Rosa explica que se trabaja en la redacción de una ordenanza para dar cobertura a la zona de bajas emisiones /  Blasco afirma que se va a llegar tarde en la implantación prevista para el 1 de enero de 2023

Un momento de la reunión del pleno del Consejo Social, en una sala del Centro Cívico de san Agustín. SANTI OTERO

Un momento de la reunión del pleno del Consejo Social, en una sala del Centro Cívico de san Agustín. SANTI OTERO

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

La zona de bajas emisiones de Burgos tendrá distintos escenarios a la hora de aplicar las restricciones a la circulación de vehículos en sus dos kilómetros cuadrados de extensión. Así, en función de los niveles de contaminación, se incentivará el uso del transporte público, se barajaría reducir las tarifas de la zona azul para que los usuarios del coche puedan aparcar antes de llegar a Burgos Central, se priorizará el uso de la bicicleta en determinadas vías y se establecería un máximo de coches que pueden pasar por las calles céntricas. Todas ellas son una batería de medidas previas, antes de dar el paso de la prohibición total para circular.

Estas son algunas de las propuestas que incluyen los primeros borradores que maneja el equipo de Gobierno y que el alcalde, Daniel de la Rosa, trasladaba a los integrantes del pleno del Consejo Social, reunido en el Centro Cívico de San Juan. Y es que este proyecto, que tiene que estar implantado en enero de 2023, suscitó un gran debate por las implicaciones que tiene para los ciudadanos, las empresas o el turismo. 

El regidor, que ha podido leer los borradores con los que trabajan áreas municipales como Tráfico, Movilidad, Medio Ambiente e Ingeniería Industrial, explicaba a los asistentes que el cierre total al tráfico de la zona de bajas emisiones será algo «excepcional», puesto que no se espera llegar a los niveles más altos de contaminación.

El Ayuntamiento de Burgos definirá en los próximos meses la ordenanza que dará cobertura a Burgos Central, en la que se recogerán las restricciones, los niveles de contaminación -en este caso establecidos por la Junta de Castilla y León en base a parámetros de la Organización Mundial de la Salud-, así como el régimen sancionador para aquellos conductores que se salten la normativa.

Los concejales que conformarán el gabinete son los responsables de Movilidad, Seguridad Ciudadana, Vías Públicas y Medio Ambiente, es decir,  Leví Moreno, Blanca Carpintero, Adolfo Díaz y Josué Temiño, respectivamente.

El alcalde explicaba también que los miembros del Consejo Social han preguntado por si esta zona de bajas emisiones podría ampliarse a otros barrios de la ciudad, Gamonal o los polígonos industriales, por ejemplo. A este respecto, De la Rosa aclaraba que para concurrir a los fondos europeos para desarrollar esta iniciativa había que definir un mapa y, por tanto, afectará a la zona de la que se viene hablando en las últimas semanas. (Limitará en el norte con la avenida Cantabria, desde la glorieta de Jorge Luis Borges, hasta la plaza del Rey e incluye, las Eras de San Francisco, el paseo de los Cubos,  paseo de la Isla y avenida Arlanzón). Así, añadía que la financiación obtenida, 2,5 millones de euros, va vinculada a la colocación de medidores y aparatos en el espacio definido.

Llega tarde

Por su parte, la portavoz del Partido Popular, Carolina Blasco, que recordaba que su grupo político ha solicitado un pleno extraordinario para que el equipo de Gobierno dé explicaciones sobre este proyecto, ante las dificultades de acceso a la información que están teniendo, considera que se llega tarde a este proyecto. Recuerda que hace un año que la Ley de Cambio Climático estableció que las ciudades de más de 50.000 habitantes deben definir una zona de bajas emisiones. «No se ha hecho nada hasta que no ha habido una convocatoria de fondos europeos y han empezado la casa por el tejado, en lugar de definir la zona se han dedicado a comprar aparatos para no perder la financiación», añade.

La popular considera que una de las primeras actuaciones debía haber sido la redacción y aprobación de una ordenanza, una cuestión que se trata en comisiones municipales y en el Pleno. Blasco apunta que no se va a llegar al 1 de enero en la implantación de la zona de bajas emisiones puesto que el contrato para adquirir e implantar los aparatos de medición y las cámaras de vigilancia lleva asociado ocho meses de ejecución.

También lamenta que no se hayan utilizado los cauces de participación para recoger las opiniones de los ciudadanos y de los colectivos implicados. 

Blasco ve incoherente que se promueva en Gamonal un proyecto de «ultima milla» para favorecer que el reparto de mercancías sea sostenible, cuando la zona de bajas emisiones afecta al centro, donde el equipo de Gobierno no tiene previstas iniciativas de este tipo. «Ni la ciudad es de Daniel de la Rosa ni los fondos europeos son de Daniel de la Rosa», añade.

Durante el Consejo Social se informaba también sobre las actuaciones que se están siguiendo para conseguir financiación de los fondos europeos. El alcalde aseguraba que se hay comprometidos 10,5 millones de euros y recalcaba que se han solicitado otros 12 millones que «todavía están en juego».

tracking