Ana Sánchez: «La Junta de Castilla y León no es el cortijo de la ultraderecha al servicio del PP»

Ni la más mínima concesión al Gobierno de coalición del Partido Popular y Vox en Castilla y León. Todo lo contrario. El PSOE mantiene su postura combativa desde primera línea de la oposición y su secretaria de organización, Ana Sánchez, ha vuelto a dejar claro desde Burgos que «la Junta no es el cortijo de la ultraderecha al servicio del PP». 

Si algo pretenden dejar claro los socialistas liderados por Luis Tudanca es que no piensan pasar ni una al Ejecutivo autonómico. No solo por «la degradación diaria de las instituciones», sino también por el rol que está adoptando el presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco. 

Para Sánchez, el mandatario se muestra «ausente, indolente, arrodillado a la ultraderecha» y «cada día más alejado de la realidad». Esto se traduce en una «política del odio, de la deshumanización y de la falta de empatía» que se nutre a través de la «búsqueda del titular cada vez más grueso». 

Más allá de las polémicas declaraciones por parte de determinados representantes políticos del Gobierno autonómico, la secretaria de Organización del PSOE castellanoleonés ha querido «compartir el dolor» de los familiares y amigos de la mujer soriana mortalmente apuñalada en la noche del miércoles por su pareja. Y no ha dudado dejar claro que se trata de un nuevo episodio de «violencia de género» a fin de criticar la postura adoptada por Mañueco al 'comprar' los argumentos de Vox sobre la «violencia intrafamiliar». 

Respaldo a los trabajadores de Siro

También ha querido aprovechar Sánchez su comparecencia en Burgos para mostrar el apoyo de su partido a los trabajadores de Siro y congratularse del previsible acuerdo con la empresa para evitar su cierre gracias a la intermediación de la ministra de Industria, Reyes Maroto, y la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.  

«¿Tiene Castilla y León presidente?», se preguntaba la secretaria de Organización del PSOE tras subrayar que Tudanca ya advirtió en 2017 que «la situación era difícil» mientras Mañueco se negaba, desde entonces hasta ahora, a hablar con los trabajadores. 

«Si no ayudan, que no estorben», proseguía justo antes de señalar que desde la Junta «no han movido ni un solo dedo». En cambio, «lo único que han propuesto es un plan de comercio para luchar contra el comunismo y el fanatismo ambiental». Dicho esto, Sánchez ha zanjado el asunto dejando claro que los socialistas no piensan permitir que «esta tierra se siga desindustrializando». 

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