El Correo de Burgos

Black Friday 2022. El comercio local tiene dudas sobre su efecto en las ventas

La cercanía de los bonos podría reducir los descuentos y la afluencia. «El cliente irá a las marcas y a lo digital»

El Black Friday en 2022 se celebra el 25 de noviembre. TOMÁS ALONSO

El Black Friday en 2022 se celebra el 25 de noviembre. TOMÁS ALONSO

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Marta Casado / Burgos
Burgos

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Los primeros anuncios del Black Friday empiezan a asomar en las búsquedas del móvil, en la publicidad de las redes sociales y en los anuncios de la televisión. Las grandes firmas se suman a la campaña de descuentos de factoría americana para iniciar la campaña navideña. Los sectores de electrónica y electrodomésticos, juguetes, perfumería y moda hacen su agosto en noviembre.Bien lo saben en Geotelecom. Especializados en ecommerce, su responsable, Jorge Arias, recuerda como «hace diez años tenías que explicar lo que era, que era algo importado de Estados Unidos para arrancar la temporada de compras navideñas y tenias que convencer, ahora prácticamente ningún minorista se plantea no hacerlo». Pero en el comercio local de Burgos dudan sobre el impacto del viernes negro.«Este año en Burgos, con la cercanía de los bonos que ha funcionado muy bien, no sabemos el efecto que pueda tener en las tiendas físicas del comercio local», explica el vicepresidente de la Federación de Empresarios del Comercio, Julián Vesga. Señala que «estar tienes que estar, es algo que ya está  marcado en el imaginario colectivo hay un bombardeo total y no puedes no hacerlo, otra cosa es los descuentos que los comercios locales vayan a aplicar que, me imagino, no serán muy altos», señala. En la misma línea la presidenta de Zona G, Victoria Vélez, considera que, este año, «el cliente va a tirar por el comercio on line, las marcas porque en el comercio local ya ha gastado el dinero con los bonos, me gustaría que fuera lo contrario y ojalá me equivoque, pero creo que girarán a negocios donde no han tenido bonos las franquicias y las grandes marcas».A pesar de ello en la Asociación de Comercios Zona G animan a los asociados a participar y contarán, para quien lo desee, material especifico como globos y alfombras customizadas para la cita. No espera grandes descuentos aunque «depende de como esté cada uno, cada negocio se adapta a su situación». Destaca que hay establecimientos que arrancan con las ofertas del Black Friday desde el lunes de la semana del 25 de noviembre, los hay que solo lo hacen ese viernes y quien lo alarga hasta el sábado. Otros no mueven ni un dedo por sumarse al viernes negro. Hay quien consideran que es «el fraude del Black Friday», como lo define el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Raúl Martínez. Considera que es un «insulto al cliente habitual vender una cosa el jueves a un precio y el viernes a otro sólo porque es viernes». En la asociación comercial son partidarios de no hacerlo. «Esta vida de la oferta permanente no es, se coloca el precio alto para luego anunciar una rebaja si lo puedes vender a cien no lo pongas a 140 al principio y luego aplicas el descuento en rebajas en función de tu stock», reflexiona.Martínez sentencia que «nadie me ha demostrado que en la semana del Black Friday una tienda venda más que en cualquier otra semana». Porque, como reconoce que el cliente retrae la compra hasta el día fijado como Viernes Negro. Este año el 25 de noviembre. De lunes a jueves «no se vende nada» y se concentra  todo en ese día de descuentos. Y no solo eso, Vesga ya adelanta que «después del 25 de noviembre habrá un valle brutal en los comercios de Burgos una vez pasado los bonos y el Black Friday, estará parado hasta la campaña navideña».«Es cierto que ofrecen el 70% del descuento pero no es en toda la tienda sino en el 30% del muestrario que quizás este fuera de temporada, pero es una costumbre que ha llegado para quedarse, que el cliente espera, que te da una visibilidad aunque tengas que seguir la ola que imponen los grandes negocios», apunta Vesga.Tal es así que el Black Friday ya no se aplica sólo a productos, ya sea en establecimiento físico u on line, también se ha extendido a los servicios. Clases particulares, viajes o las sesiones de belleza se suman a los descuentos. Una rueda a la que pocos consumidores, y más en tiempos de inflación, no se quiera subir. 

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