LABORAL
El sector de la limpieza exige en la calle mejoras salariales y sociales
El Serla dirimirá el «bloqueo» de la negociación sobre la subida del IPC el próximo 30 de noviembre
Imagen de la manifestación del sector de la limpieza. TOMÁS ALONSO
Las movilizaciones en el sector de la limpieza en Burgos dieron un paso más con una manifestación, con cerca de medio centenar de personas, que recorrió la calle Vitoria para visibilizar la situación de «bloqueo» de las negociaciones del convenio provincial que afecta de a cerca de 3.500 trabajadoras.
El conflicto laboral se ha enquistado porque «la propuesta que hay encima de la mesa no llega ni al 8% de subida en 4 años», explica Montserrat de Cea Aparicio, secretaria de Acción Social de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT. Una propuesta con la que «no cubriríamos ni el IPC del año 2021».
A finales de julio se celebró una asamblea en la que se informó a los trabajadores de que la propuesta de la patronal era de una subida del IPC del 1,5% este año, 1,75% en 2023 y 2024, y del 2% para el año 2025. Planteamiento que no se aceptó y que tampoco mejoró en las posteriores reuniones, donde tampoco se ha planteado, apunta De Cea, «ninguna mejora social».
A finales de julio se celebró una asamblea en la que se informó a los trabajadores de que la propuesta de la patronal era de una subida del IPC del 1,5% este año, 1,75% en 2023 y 2024, y del 2% para el año 2025
Este alejamiento de posturas ha hecho que se haya llevado el conflicto laboral al Servicio Regional de Relaciones Laborales de Castilla y León (Serla), en una sesión que se celebrará el próximo 30 de noviembre, cuando las partes se volverán a sentar. Las trabajadoras del sector se movilizarán frente ese día para exigir cambios en la negociación porque «todavía no ha habido ningún movimiento por parte de la patronal».
La responsable sindical de UGT recuerda que el convenio provincial afecta acerca de 3.500 personas, en un sector que está «completamente feminizado». Las trabajadores encadenan jornadas parciales, por lo que «los salarios se quedan muy debajo de un poder adquisitivo que no se tiene». Muchas veces tienen que trabajar para tres o más empresas «para ir completando una jornada y, muchas veces, no se completa».
