El Correo de Burgos

La Universidad de Burgos debería mejorar su auditoría interna según el Consejo de Cuentas

El ente pone de manifiesto en su informe que  la solvencia de la Universidad de Burgos está fuera de toda duda /  El endeudamiento con las entidades de crédito se reduce, situándose al cierre de 2020 en 1,7 millones / El consejo también recomienda a la UBU utilizar el excedente de tesorería como fuente de financiación

Instante de la reunión del Consejo de Cuentas. ECB

Instante de la reunión del Consejo de Cuentas. ECB

Burgos

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El

Consejo de Cuentas

ha entregado en las Cortes de Castilla y León el informe

'Análisis de la situación económico-financiera de la Universidad de Burgos y de sus entes dependientes'

después de que el pleno de la institución académica aprobara el documento el pasado jueves. El objetivo del trabajo es analizar, a través de indicadores, determinados aspectos de la actividad y de la situación económico-financiera, sobre todo las

cuentas rendidas en el ejercicio 2020 y en los tres anteriores.

 

Una de las conclusiones del documento pone de manifiesto que el servicio de auditoría interna, que depende funcionalmente del rector y orgánicamente de la gerencia, ha reducido las actuaciones de control, como consecuencia de las vacantes en el servicio, no habiéndose aprobado plan de control para el ejercicio 2020. El servicio se encarga de realizar actuaciones de control sobre la gestión económico-financiera de la UBU, presentando anualmente una memoria, por lo que el consejo recomienda mejorar su estructura, permitiendo así avanzar y mejorar en el desempeño de sus funciones.

En cualquier caso el informe pone de manifiesto que los índices de liquidez reflejan capacidad para mantener un equilibrio financiero. La solvencia de la UBU está fuera de toda duda y los valores de liquidez muestran una tendencia creciente. El total del activo y patrimonio neto y pasivo de la UBU entre 2017 y 2020 ha disminuido el 1%, pasando de 125,7 millones a 124,3 millones. Mientras, el endeudamiento con las entidades de crédito, que venía siendo importante, se va minorando cada anualidad, alcanzando a finales de 2020 un importe de 1,7 millones. También presenta otras deudas consistentes en préstamos reintegrables y anticipos reembolsables de FEDER para proyectos de investigación.

Por otra parte, el documento señala que la UBU debe acelerar todo lo posible el proceso de elaboración y discusión de su presupuesto para conseguir que su aprobación se produzca antes del 1 de enero del ejercicio al que correspondan, sin necesidad de acudir a la prórroga automática, y que constituya así un verdadero instrumento de planificación y control.

Y es que, la UBU no aprobó el presupuesto de 2020, habiendo prorrogado el del ejercicio anterior. A su vez, en 2019 se prorrogó el del ejercicio anterior hasta la aprobación de nuevo presupuesto en el mes de junio, siendo ésta la tónica habitual. Estos retrasos en la aprobación de los presupuestos limitan fuertemente su carácter de instrumento de planificación y control.

En cualquier caso, la ejecución presupuestaria presenta una tendencia creciente, con una media en todo el periodo superior al 95%, situándose los dos últimos ejercicios en un valor mayor al 97%, lo que demuestra rigor al realizar la previsión de sus ingresos. La realización de los cobros en los cuatro años analizados se sitúa en una media del 93,3%, con una tendencia decreciente, siendo los porcentajes más bajos los de 2019 y 2020 con valores en torno al 91%.

Gastos

En el ámbito de las obligaciones, el capítulo más relevante es el de gastos de personal con una representatividad media del 69,1% y tendencia creciente, hasta alcanzar su mayor valor en 2020, 43,3 millones. El importe se ha incrementado en el periodo un 12,8%, fundamentalmente por las características propias de las retribuciones en el ámbito del sector público y por la variación en el número del personal. Los gastos corrientes en bienes y servicios, con un importe en 2020 de 8,4 millones, han disminuido en el periodo el 7,9%, presentando un patrón con altibajos y el peso relativo medio es del 15%.

En este ámbito el Consejo de Cuentas recomienda a la UBU  aumentar el grado de ejecución de los distintos capítulos del presupuesto, sobre todo de las operaciones de capital, concretamente de las inversiones reales, cuyo indicador en 2020 muestra una caída acentuada, así como vigilar y en su caso corregir el comportamiento de algunas magnitudes de gasto corriente en bienes y servicios, como las referidas a las partidas de material de oficina y trabajos realizados por empresas y profesionales que experimentan una tendencia creciente en el periodo fiscalizado.

Remanente

Así  y una vez registrados los ajustes correspondientes, el resultado presupuestario de 2020 alcanza los 2 millones. La UBU ha pasado de tener déficit los dos primeros ejercicios a presentar superávit en los dos siguientes, siendo 2020 el ejercicio con el mejor resultado de todo el periodo.

El indicador de ahorro bruto y el de neto son positivos, lo que significa que los ingresos corrientes pueden cubrir los gastos de funcionamiento de los servicios y la carga financiera de la deuda, pudiéndose destinar el exceso a reducir el endeudamiento con entidades financieras o a la financiación de las inversiones.

El remanente de tesorería para gastos generales es positivo en todos los ejercicios del periodo. Su importe muestra una tendencia alcista. En 2020 su cuantía asciende a 5,6 millones, lo que expresa la situación de liquidez de la UBU, con solvencia financiera a corto plazo. En este sentido, el Consejo recomienda usar este remanente como fuente de financiación de gastos presupuestarios en ejercicios futuros.

Cabe señalar que la UBU contaba en el curso 2020/2021 con una oferta de 24 grados, 5 de ellos impartidos también en modalidad online y 3 bilingües en inglés y español, 8 dobles grados, 26 másteres, 3 de ellos online y 6 semipresenciales, 11 programas de doctorado y 20 títulos propios.

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