El Correo de Burgos

MUNICIPAL / URBANISMO

Burgos exporta los incentivos a la edificación sostenible. «El promotor tiene un producto muy especial y se logra una ciudad más verde»

Municipios de País Vasco, Galicia o Cataluña quieren conocer en detalle las medidas pioneras del Plan General de Ordenación Urbana

Edificio en construcción en la capital burgalesa. TOMÁS ALONSO

Edificio en construcción en la capital burgalesa. TOMÁS ALONSO

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La ciudad de Burgos se ha convertido en pionera en la propuesta de incluir en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado inicialmente en el Pleno del pasado marzo, incentivos para construir un parque de viviendas más sostenible. Municipios del País Vasco, Galicia, Madrid y Cataluña se han interesado en este planteamiento, que pretende impulsar la cultura de generar ciudades más verdes. 

De hecho, los responsables de Urbanismo del Ayuntamiento de Burgos y el propio concejal, Daniel Garabito, están siendo invitados a conferencias y congresos especializados para presentar estas nuevas ideas.  «Te compensa construir verde en varias vertientes porque logras una promoción de viviendas eficientes que los ciudadanos quieren comprar porque van a ahorrar en calefacción y al promotor no le va a costar más caro esa edificación porque el Ayuntamiento le va a incentivar permitiéndole, por ejemplo, hacer terrazas con más anchura, otra cuestión que resulta interesante a la hora de vender esos pisos», resume  a grandes rasgos Garabito.

El PGOU contempla tres grados de construcción eficiente: el básico, en el que se cumple la normativa que existe en España sin más; el intermedio, que tiene como objetivo impulsar el uso de energías renovables, y el avanzado, en el que los promotores estarían dispuestos a lograr una certificación energética como las etiquetas Leed, Breeam, Weell o Verde en España.

«Te compensa construir verde en varias vertientes porque logras una promoción de viviendas eficientes que los ciudadanos quieren comprar porque van a ahorrar en calefacción y al promotor no le va a costar más caro esa edificación porque el Ayuntamiento le va a incentivar permitiéndole, por ejemplo, hacer terrazas con más anchura, otra cuestión que resulta interesante a la hora de vender esos pisos», explica Garabito

En el nivel intermedio se plantea como ejemplo que el proyecto de construcción del edificio doble la superficie de paneles fotovoltaicos que iba a llevar de inicio o que mejore las características de la aerotermia para la obtención del Agua Caliente Sanitaria. «Si los que construyen van más allá el Ayuntamiento será receptivo y desde el punto de vista urbanístico incentivará el proyecto», comenta el edil de Urbanismo, que añade que de cara al futuro también se valorarán bonificaciones fiscales en los impuestos municipales como por ejemplo en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).

Garabito explica que en España no se parte de cero y que la normativa urbanística incorpora estos parámetros de eficiencia energética, pero asegura que se puede «ir más allá y plantear mejoras». De ahí que se hayan propuesto los niveles intermedio y el avanzado. «Si en lugar de poner 10 paneles fotovoltaicos como marca la normativa se ponen 20, el Ayuntamiento te va a dar una ventaja», explica de manera más gráfica.

Entre esos incentivos se contemplan medidas como ampliar el vuelo de una terraza, lo habitual es que sean de 1,20 metros y ¿por qué no de 1,50?. Esta sería la filosofía que recoge la modificación del PGOU. Garabito considera que la ciudad no va a ser peor estéticamente porque los edificios contemplen terrazas más grandes y, en cambio, es una ventaja que puede interesar a promotores y a compradores. En este caso concreto, podrían costear la instalación de más paneles solares con lo que genera vender un piso con una terraza más atractiva para los futuros residentes.

Otro ejemplo de mejora en materia urbanística sería permitir que las fachadas tengan mayor porcentaje de terraza. Lo habitual en urbanismo es que las terrazas no superen el 50% de la fachada de un bloque. «Es un porcentaje un tanto arbitrario ¿por qué no el 53% o el 60%?», indica el edil del área.

La Gerencia de Urbanismo ve más complicado lograr que en las nuevas promociones de vivienda se opte por alcanzar el grado avanzado de mejoras en eficiencia energética, pero consideran que las ciudades tienen que ir hacia ese tipo de medidas, en especial para luchar contra el cambio climático.

La tendencia en Europa y Estados Unidos es clara: lograr certificaciones que avalen que un edificio tiene un consumo casi nulo de energía, que se ha construido con materiales reciclados, que fomenta los ecosistemas urbanos (con la instalación de una cubierta vegetal) o que recicla el agua que se consume en las viviendas. 

Estos son algunos de los ejemplos que pone el concejal de Urbanismo de Burgos, que recientemente ha estado en IFEMA en REBUILD, el principal congreso de construcción sostenible de España para presentar las medidas contenidas en el PGOU. Así, opina que «el promotor tiene un producto muy especial y el Ayuntamiento tiene una ciudad más sostenible» que, por ejemplo, va a reducir las emisiones de CO2 al consumir menos energía.

«El promotor tiene un producto muy especial y el Ayuntamiento tiene una ciudad más sostenible»

En este nivel avanzado, se estudiarían medidas como que los muros con aislamientos especiales no computen como edificabilidad o la posibilidad de construir más de un trastero por vivienda.

Muchos de estos planteamientos están pensados para el parque de vivienda nueva de las ciudades, pero también serían de aplicación en las rehabilitaciones de vivienda que se pueden realizar mejorando los criterios de sostenibilidad, como explica el concejal de Urbanismo.

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