Burgos cierra la Semana Santa con «lleno absoluto» en los días grandes

«Ha sido una gran Semana  Santa. Ha estado muy bien». Esa es la conclusión que el presidente de la Federación de Hostelería de Burgos, Luis Mata, hace de la ocupación que la capital burgalesa ha registrado durante las vacaciones de Semana Santa.

Las perspectivas previas «ya era buenas» y es que «aunque lo habitual es que Burgos sea un destino de última hora y las reservas empiezan a efectuarse solo unos días antes  del viaje,  este año no ha sido así y todo ha empezado a moverse antes».  Además, una meteorología que «ha acompañado durante prácticamente toda al semana» ha  supuesto que «no haya habido cancelaciones de última hora».

Así  las cosas, por días, del jueves al sábado la ciudad «ha registrado una ocupación del 100%», mientras que de lunes a miércoles y el domingo «ha sido del 70%». Cifras «my positivas», que «están en consonancia con las registradas en las capitales de provincia de Castilla y León» y que «han superado a las previstas antes de que arrancara la Semana Santa».

Costes más altos

Los buenos datos de ocupación se han visto en parte empañados por los «altos costes fijos». En este sentido, el presidente de la federación señala que esta Semana Santa los locales hoteleros «han tenido que afrontar los costes fijos más altos de la historia» lo que ha supuesto que «a pesar de ser una campaña muy buena, la cuenta de resultado haya sido similar a la de campañas más flojas».

Mata asegura que, por ejemplo, «en muy pocos hoteles el desayuno que se ofrece es rentable». Afirma que «debido al aumento de precios, los establecimientos ya no ganan ni un euro con los desayunos y se ofrecen prácticamente por cortesía». Y ejemplifica:«una persona que desayuna dos piezas de fruta, un café y algo dulce está costando 5 euros al hotel, un precio que en pocos sitios se cobra por desayunar».

El presidente  insiste, tal y como hacía a finales de laño 2022, que «es el momento de ir acoplando los precios a los costes fijos de los establecimientos». Un incremento del precio que «por el momento no se ha hecho salvo en fechas clave como la propia Semana Santa».

En este sentido señala que «un martes cualquiera los turistas pueden encontrar hoteles de cuatro estrellas en la capital burgalesa desde 50 - 55 euros», una «oferta muy  potente», pero cantidades que «no pueden esperar encontrar en mayo- mes de comuniones- o en fechas señaladas como puentes», aclara.

En el año

Sea como sea el buen resultado de la Semana Santa ha supuesto un impulso importante para el sector que  encara «con esperanza y optimismo el resto del año» pero «con el miedo de que los precios sigan subiendo o que los gastos de energía como luz y gas vuelvan a dispararse de nuevo».

 Así las cosas y de cara al verano Mata señala que «la federación nacional de hoteles se espera un muy buen año de playa y eso, a nosotros en Burgos, nos beneficia porque estamos en el camino hacia la playa y solemos ser parada en mitad del camino a la costa».

En cuanto a  los próximos meses, el presidente de la federación avanza que «ya han llegado las primeras reservas, especialmente de cara al mes de mayo, que es un mes de celebraciones».