El Ayuntamiento de Burgos es el que más dinero destina a la cooperación al desarrollo de Castilla y León

Alcanzar el  0,7% de la Renta Nacional Bruta en cooperación al desarrollo en 2030. Ese el objetivo de la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global que salía adelante el pasado mes de febrero con el apoyo mayoritario de las formaciones políticas del Congreso.

El Ayuntamiento de Burgos es actualmente la Administración local de la Comunidad con mayor aportación a la cooperación al desarrollo. «A pesar de los ajustes de los últimos años, somos la capital con mayor compromiso en este sentido», apuntó el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa. El primer edil recordaba que en el presupuesto de 2023, la Administración local destina más de un millón de euros a la cooperación, un «0,48% del presupuesto» y que «el objetivo es alcanzar ese 0,7%».

Precisamente con el objetivo de explicar la nueva normativa a las asociaciones burgalesas, Antón Leis, director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), acudía a la capital para mantener una reunión con De la Rosa y posteriormente con las entidades y la concejalía de Servicios Sociales.

El objetivo de la cita es también «escuchar a las asociaciones» porque «esta nueva ley hace especial hincapié en la cooperación descentralizada y más allá de la M-30», apuntaba Leis, quien recordaba que índices como el Eurobarómetro «nos demuestran que la española es una de las sociedades más comprometidas y con un compromiso muy extendido en el territorio».

Leis añadía, a este tenor, que la nueva ley «pretende convertir la cooperación al desarrollo en una política de Estado». Así, recoge novedades como el desarrollo de un decreto para la adjudicación de subvenciones que busca dar «más agilidad e impacto de la acción desarrollada por las asociaciones» y «un mayor control, que cada euro que se invierta en cooperación tenga el mayor impacto».  

En este sentido, Leis señaló que «conseguir alcanzar la meta del 0,7% es un esfuerzo colectivo», pero animaba a no verlo como «un gasto» si no como «una inversión en la tranquilidad y la seguridad de ciudadanos de otros países pero también del nuestro».

Y es que para el director de la AECID «estamos en un momento histórico en el que las cosas que ocurren lejos tienen repercusión aquí». Alcanzar ese 0,7% supondrá al Gobierno español destinar 10.000 millones de euros, una cuantía muy por encima de los 4.400 que se destinan actualmente.

Las necesidades

El destino de la ayuda se centra en dos tipos de acciones: humanitaria y de capacitación a largo plazo. En este sentido, Leis explicaba que «en los últimos años la ayuda se ha destinado especialmente a la acción humanitaria» y es que «nunca ha habido tantas personas refugiadas como ahora : 100 millones».

Leis ponía como ejemplo la Guerra de Ucrania o los terremotos de Turquí a y Siria para explicar que la labor de la cooperación internacional  ha estado esto años «en modo bombero: apagando fuegos». En algún momento «nos tendremos que centrar en acciones a largo plazo como la lucha contra las desigualdades o el cambio climático», pero «nos es difícil dar a basto ante tantas crisis que solventar».

Por su parte, De la Rosa ponía en valor «el gran mérito de las entidades y colectivos burgaleses que trabajan cada día  por la cooperación y canalizando la solidaridad de los burgaleses».