El Correo de Burgos

30 años de la Banda de San Gil. "Nos preparamos desde septiembre para la Semana Santa"

La Banda de Cornetas y Tambores de la Real Hermandad de la Sangre de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores cumple tres décadas con 55 componentes 

La banda de san Gil en uno de sus ensayos en el polideportivo del colegio Saldaña.

La banda de san Gil en uno de sus ensayos en el polideportivo del colegio Saldaña.

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Burgos

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En la Semana Santa del año 1993 un pequeño grupo de burgaleses se sumaron desde la Parroquia de San Gil ha poner música a los pasos de la Real Hermandad de la Sangre de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores. Entonces las bandas se convirtieron en el gran revulsivo de las cofradías de Burgos para que penetrara sabia nueva en las agrupaciones de la Semana Santa. Este año la Banda de Cornetas y Tambores de la Real Hermandad de la Sangre de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores cumple 30 años y lo hace poniendo música, junto con otras cinco bandas. "Hay que lamentar que este año somos seis, una menos, porque en San Lesmes se ha disuelto este año por falta de componentes suficientes. Es una lástima porque es de las más antiguas", explica el coordinador de la banda de San Gil, Jorge Sáez Esteban. Para evitarlo hace años en San Gil optaron por crear la banda infantil "es una manera de involucrar a los más pequeños de la cofradía y garantizar una mínima continuidad esperando que les guste, que les entre el gusanillo de la Semana Santa, vayan haciendo cuadrilla...". El ritmo a la Semana Santa de Burgos lo ponen, además de la Banda de Cornetas y Tambores de la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores, la Banda de Coronación de Espinas y Cristo Rey, adscrita a la parroquia de San Lorenzo, la banda del Santísimo Sacramento (iglesia de San Cosme), la de Nuestra Señora de la Soledad de la iglesia de Santa Águeda, y la Banda de San Fernando Rey de las Siete Palabras junto con la Banda Musical Círculo Musical Burgos de la Cofradía del Círculo. En algunos actos participa la Banda Ciudad de Burgos. En la banda de San Gil el gusanillo ha entrado tanto que dos se mantienen desde que se creó la banda, otros como el propio Jorge Sáez llevan unos 27 años y la gran mayoría llevan dos décadas entre trompetas, tambores y  marchas de Semana Santa. Algo que se ve y se escucha con todo el ceremonial durante estos días pero que, para ellos, el trabajo empieza mucho antes. "Empezamos a trabajar en la Semana Santa a finales de septiembre o principios de octubre en los que vamos planificando el calendario de ensayos y demás, nos preparamos a conciencia para estos días", explica Sáez. Ser integrante de la Banda de la Real Hermandad de la Sangre de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores implica, además, seguir con los ensayos después de Semana Santa hasta el mes de mayo porque celebran la fiesta en la que sacan el Cristo de las Gotas y "la banda acompaña también esa salida". La programación de ensayos pasa de un dí a a la semana hasta después de Navidad. Entonces se amplía a tres días a la semana conforme se acercan los días de Semana Santa. Suele ser dos entre semana y y uno siempre en sábado. En estos 30 años por la banda de San Gil habrán pasado más de 100 personas. "Al final es verdad que estás pendiente todo el año, por eso es algo que te tiene que gustar". Y siempre tienen la puerta abierta a nuevas incorporaciones porque "no es necesaria formación musical pueden entrar con conocimientos o sin ellos, siempre abiertos a la incorporación de personas aunque, por ejemplo en San Gil, sí que hay que ser miembro de la cofradía", añade. Corneta y expulsiónUno de los problemas que más frecuentemente se ha dado entre las bandas de cornetas y tambores de Burgos son los problemas para encontrar un lugar donde poder ensayar. Han probado en todos los espacios deportivos, les han expulsado de varios, en parques, en plazas... En el caso de San Gil ya han encontrado estabilidad en lo que a los ensayos se refiere, lo hacen en la Iglesia de San Gil cuando se puede y sino en el polideportivo del Colegio Saldaña. Reconoce Jorge Sáez que "muchas veces nos han echado de muchos sitios porque el Ayuntamiento nunca nos ha facilitado un espacio donde poder ensayar nunca se ha abordado este problema". Así han pasado de ensayar en la antigua Plaza de Toros, en el Colegio La Salle, en la Quinta, también en el Cerro del Castillo, en el Cerro de San Miguel, en la Milanera cuando era un espacio adecentado y abierto, en el Parral. Las bandas están formadas por varios instrumentos imprescindibles. Puede ser de percusión, solo tambores y bombos para marcar el ritmo. Pero las hay que incluyen los instrumentos de viento. En las procesiones podrán ver corneta principal, trompeta, ciscorno (que es una trompeta con un sonido más agudo, trombones y bombardinos que ofrecen un sonido suave. En cuanto a las piezas que representan aunque todas las bandas suelen tener una marcha propia, lo más habitual es que se mire hacia los ritmos de la Semana Santa andaluza."Nos fijamos mucho en las bandas del sur, en nuestro caso nos fijamos mucho se la Banda de las Tres Caídas de Triana, escuchamos sus piezas, o sacamos partituras, pero también tenemos nuestro repertorio", señala. Aunque hay quien ve en esas nuevas imágenes y esos ritmos una transformación del origen de la Semana Santa castellana hacia la andaluza, quizás más vistosa o con más fama.  Los ensayos permite avanzar en dificultad "vamos practicando y viendo cómo puede salir, al final lo que queremos es que en los días de Semana Santa todos, los 55, podamos salir en las procesiones". La dificultad principal estriba en los instrumentos de viento. "Hay varias voces y vamos ensayando por grupos y luego ponemos todo en común para preparar la marca", señala. Es como una extraescolar más. Todo un año pensando en las 21 procesiones.  

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