El Correo de Burgos

Historias, flores y nubarrones protagonizan el Día del Libro en Burgos

Doce librerías de la capital burgalesa se dieron cita un año más en la Plaza Mayor para celebrar el Día del Libro / Los floristas burgaleses volvieron a poner la nota de color a una jornada marcada por la amenaza de lluvia

Varias personas ojean libros en uno de los puestos. SANTI  OTERO

Varias personas ojean libros en uno de los puestos. SANTI OTERO

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Burgos

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La Plaza Mayor ha vuelto a convertirse en el escenario de cientos de historias. Tantas como libros y cuentos llevaron a sus puestos las doce librerías que un año más celebraron el Día del Libro. Una jornada que coincide con el Día de Castilla y León y que «para no variar» amenazaba lluvia, tal y como señaló con un gran sonrisa Silvia de la librería infantil y juvenil La Silla Mágica.

«Para qué sacar vírgenes, pudiendo sacar libros», apostillaba riendo la librera al tiempo que pedía la cielo que respetara el día porque «de una buena meteorología dependen gran parte de las ventas». En cualquier caso, la profesional se mostraba feliz por «volver a celebrar un Día del Libro más con ilusión» y «viendo como cada vez más los padres se preocupan por inculcar a sus hijos el amor por la lectura».

Un gusto por la lectura que con la pandemia se vio incrementando en todas las edades y reflejado en un aumento de las ventas. Un impulso que «nos permitió vivir un crecimiento con el que recuperamos el déficit que tenemos con otros países europeos» y que «ha dejado un poso en este 2022 y comienzo del 2023 con ventas que aunque no crecen al mismo nivel que en estos años anteriores, siguen siendo positivas», tal y como explica el presidente de las Asociación de Libreros de Burgos, Álvaro Manso.

Entre los nombres más demandados Manso señaló nombres como «Eva García Sáenz de Urturi, Elísabet Benavent, Alice Kellen, Fernando Aramburu o Ignacio Martínez de Pisón». Una muestra de «la variedad de gustos» y es que  «best sellers, novela más literaria o juvenil se colarán entre los diez libros más vendidos», añadía.

Varias personas ojean libros. SANTI OTERO

Varias personas ojean libros. SANTI OTERO

Una cita que «además de fomentar el hábito de la lectura» también «nos permite apoyar al comercio local, que es clave en la vida de la ciudad, y en concreto a muchas de las librerías burgalesas», añadía el alcalde, Daniel de la Rosa, quien animó a los burgaleses a «acercarse a la Plaza Mayor para comprar libros y rosas».

Desde librería Hijos de Santiago Rodríguez, Lucía apunta que «la ola de lectura que se dio en la pandemia ha bajado un poco», pero «ha permitido que a quienes ya les gustaba leer sigan haciéndolo con ganas y se haya afianzado ese interés por libros. No hemos vuelto a datos anteriores a la covid y eso es muy positivo».

Infantil y juvenil

Para los más pequeños, Silvia apunta que «los reyes siguen siendo los libros de youtubers». Al menos «son los títulos que los niños piden sin que nosotros como profesionales tengamos que aportar nada», explica. Los padres «buscan otras cosas también», pero «hay que agradecer a ese tipo de libros que son los que acercan a muchos niños a la lectura, de lo contrario algunos no leerían nada».

De cara al futuro «ya nos preocuparemos de ir introduciéndoles en la literatura», añade y anima a las familias a «leer cuentos y libros a los niños desde el mismo embarazo». Ya recién nacidos «el hecho de escuchar la voz de mamá y papá genera un momento muy especial y la lectura está muy ligada a las emociones».

Puesto de una de las librerías. SANTI OTERO

Puesto de una de las librerías. SANTI OTERO

Atenta a la conversación Marta asiente con la cabeza. Está  buscando un libro sobre la Tierra para su hija de cinco años. «Tanto a ella como a su hermano les hemos leído cuentos desde bebés y no hay ocasión especial como cumpleaños o Reyes que no haya un libro entre los regalos», señala.

En el puesto de Música y Deportes, Carmen busca la última novela de Elvira Lindo, En la boca del lobo,  una novela de suspense en la mejor tradición del cuento clásico. Junto a ella, Mario se dispone a pagar Esperando al diluvio de Dolores Redondo. «Siempre he sido una gran admirador de Redondo y creo que en casa tengo todos los títulos que ha escrito o al menos casi todos», explica.

Como ya es tradición a los libreros les acompañó durante toda la jornada el puesto de floristas de Burgos. «Se ha convertido en una alianza clave y ya no concebimos un Día del Libro sin las rosas de los floristas burgaleses para regalar con nuestros libros», señaló.

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