El Correo de Burgos

Elecciones municipales en Burgos 2023

Dos candidatos en firme y tres que aspiran a ser «decisivos»

La tensión entre Daniel de la Rosa (PSOE) y Cristina Ayala (PP) se puede cortar con un cuchillo. Con la Alcaldía en juego, el fuego cruzado marca el ritmo de sus campañas y el debate a cinco -con Podemos, Vox y Ciudadanos- en la Universidad de Burgos lo demuestra con creces

Cristina Ayala (PP); Fernando Martínez-Acitores (Vox), Marga Arroyo (Podemos), Daniel de la Rosa (PSOE) y Rosario Pérez Pardo (Ciudadanos) antes de su debate cara a cara en la UBU.

Cristina Ayala (PP); Fernando Martínez-Acitores (Vox), Marga Arroyo (Podemos), Daniel de la Rosa (PSOE) y Rosario Pérez Pardo (Ciudadanos) antes de su debate cara a cara en la UBU.SANTI OTERO

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Camisa blanca, estilo informal y saludos aparentemente cordiales antes de iniciar el debate. Los cinco principales candidatos a la Alcaldía de Burgos celebraban su primer cara a cara de la campaña poniendo pocas cartas sobre la mesa -por falta de tiempo, más que nada- y tratando de defender sus proyectos mirando hacia el pasado sin perder de vista el futuro. El lenguaje no verbal lo dice todo, y en esta ocasión quedó claro que Daniel de la Rosa (PSOE) y Cristina Ayala (PP) afrontaban este encuentro (retransmitido en directo) en la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos (UBU) con mucha más tensión que el resto. Guste o no, ambos se juegan el bastón de mando mientras los otros tres aspirantes se conforman con ser «decisivos» equilibrando la balanza hacia la izquierda o la derecha.

Se habló de movilidad sostenible, de una Ordenanza «coja» a juicio de Marga Arroyo (Podemos) por el «miedo» de los socialistas a impulsar «medidas verdaderamente progresistas» para no poner en riesgo su pacto de Gobierno con Ciudadanos. En respuesta, la candidata de la formación naranja, Rosario Pérez Pardo, sacaba pecho de la gestión en este área -y en el resto- abogando por «conectar toda la ciudad». De la Rosa defendió la apuesta del Ayuntamiento por el transporte público a través de cuantiosas inversiones y Ayala se mostraba partidaria de extender la red a los polígonos pero sin «criminalizar» al vehículo privado. Curiosamente, los cinco acudieron al debate en coche. Eso sí, lo de «pasear» les encanta. Más ahora que estamos en elecciones y toca patear las calles en busca de votos.

El toma y daca entre el todavía alcalde y la candidata ‘popular’ fue constante. Ya de entrada, De la Rosa caldeaba el ambiente al asegurar que el PP «se ha convertido en el peor enemigo de la ciudad», hasta el punto de desmarcarse de acuerdos de vital importancia en plena pandemia. Y las muecas de Ayala, de cierta sorpresa porque quizá no esperaba las puyas de buenas a primeras, eran un poema. Antes de su intervención, De la Rosa insistiría en la necesidad de centrarse en Burgos y dejar a un lado comodines como «Ayuso» o «Bildu».

Ayala fue de menos a más. Intentando mantener la sonrisa en todo momento, reprochó al regidor que no aprovechase su primera intervención para hablar de infraestructuras, tema central del debate junto a la gobernanza municipal. Después, en su segundo turno de réplica, se sacaría el ya manido as de la manga de los gráficos. En concreto, una hoja donde se refleja el bajo grado de ejecución de los compromisos presupuestarios del Ejecutivo socialista.

También se sacó un conejo de la chistera el candidato de Vox, Fernando Martínez-Acitores. Ajeno al fuego cruzado y en un tono más distendido que los demás cabezas de lista, se enrocó en el programa único de su partido para el 28 de mayo poniendo el foco sobre la familia y las infraestructuras, tanto municipales como nacionales. Y ahí tenía una buena baza con la que jugar: el Tren Directo. Llegado el momento, no dudó en mostrar el pañuelo verde que lucen quienes acuden cada sábado al denominado plante por el Directo en la Plaza Mayor. «Lo estamos reivindicando continuamente», recordó mientras instaba a toda la Corporación a «insistir día a día» y «llegar hasta donde haya que llegar».

De cara a la inminente cita con las urnas, la candidata de Podemos resumía el abanico de opciones en tres modelos de ciudad. El de la derecha, «en blanco y negro» con «acuerdos urbanísticos» para «beneficiar a los de siempre, a los que gobiernan en la sombra»; el del PSOE, basado en la «continuidad» porque «le tiemblan las piernas» y el propio, con un planteamiento «justo, sostenible y solidario» que aboga por combatir el cambio climático y garantizar que la ciudadanía tenga sus «necesidades básicas cubiertas» empezando por el «acceso a la vivienda».

Entretanto, Ciudadanos apela a una suerte de optimismo naif amparándose en los «sondeos de la gente» que, según Pérez Pardo, valora positivamente que haya sido un «partido útil» para la ciudad durante su coalición con el PSOE. No en vano, quiso desmarcarse del ideario socialista porque los pactos no cambian a las formaciones salvo en el caso de Pedro Sánchez, que a su juicio «ahora es bastante podemita».

El debate iba tocando a su fin y, antes de las conclusiones finales, llegaba el turno de preguntas. En las individuales, De la Rosa era interpelado por las listas de EH Bildu y replicaba, con total tranquilidad, que «no quiero a Bildu ni a la vuelta de la esquina», lo cual no quita para respetar las «reglas del juego democrático». Y Ayala, a la que sus oponentes -salvo Martínez-Acitores-se referían constantemente como «la senadora», se vio forzada a reafirmar su «compromiso» con la ciudad advirtiendo que se quedará en Burgos, gane o no las elecciones, pese a que «algunos están empeñados en echarme». A todo esto, el alcalde expresó que hará lo propio, pase lo que pase, sin «compatibilizar» cargos.

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