Ayala será la primera alcaldesa de Burgos con el respaldo de Vox
Vuelco ideológico en la corporación municipal con los partidos de la derecha asegurando una holgada mayoría absoluta. El PSOE gana las elecciones con 12 concejales, pero no podrá gobernar si pactan PP y Vox
Ayala celebra su resultado electoral junto a Borja Suárez, Ángel Ibáñez y Javier Lacalle.
Burgos podrá tener la primera alcaldesa de su historia si Cristina Ayala logra el apoyo de Vox para que vote a su favor en la investidura el próximo 17 de junio. El resultado electoral de los dos partidos del ala derecha del pleno les concede la mayoría absoluta de forma holgada y relega a la oposición al alcalde saliente, el socialista Daniel de la Rosa ve cómo su victoria electoral en las urnas y sus 12 concejales no le serán suficientes para repetir. A mayores, Podemos sufre un fuerte castigo y desaparece el Ayuntamiento.
Vuelco ideológico
El vuelco ideológico ha sido radical en la corporación municipal en la que la derecha se impone y a la izquierda sólo queda el PSOE. Ningún otro partido logra representación tras un 28M que saca también del Ayuntamiento a Ciudadanos y deja fuera del juego político al Decide de Carolina Blasco.
El traspiés electoral impide que De la Rosa sea el primer alcalde socialista en repetir mandato en Burgos, ya que su predecesor, Ángel Olivares, sólo pudo ejercer el cargo durante un único mandato. Se verá relegado al papel de jefe de la oposición al igual que le ocurriera a Olivares hace 20 años.
Enfrente tendrá a un Partido Popular que ha mejorado sus resultados electorales respecto a la debacle de 2019, y al que la jornada electoral le ha dejado en puertas de conseguir su expectativa que no era otra que la de recuperar la Alcaldía de Burgos. Cristina Ayala ha hecho los deberes y ha logrado mantener la racha de mejoría como ya se había visto en los anteriores comicios generales y autonómicos.
Eso sí, al PP le han faltado los más de tres mil votos que cayeron del lado de Blasco con los que podría haber superado el papeletas y concejales a los socialistas y asegurado una mejor posición negociadora con Vox.
Vox vuelve a crecer
Por su parte, la formación que lidera Fernando Martínez-Acitores consolida su crecimiento en Burgos y su aportación será decisiva de cara a la investidura del alcalde por mayoría absoluta. Vox no puede abstenerse, ya que para que gobierne Ayala deben votar a su favor. Es harto improbable que Abascal y su partido traguen en una segunda ocasión con el papelón de hacer alcalde a un candidato socialista, así que Vox está condenado a entenderse con el PP primero para la investidura y, después, para formar gobierno.
Vox ya dejó claro antes de las autonómicas que no ofrece apoyos gratis al PP y que quiere estar en las instituciones gobernando. En el caso de Burgos, podrían llegar pedir la alcaldía, aunque sólo fuera como medio de presión para establecer un punto de partida a su favor en las negociaciones.
Cristina Ayala, la todavía senadora, aunque ha prometido cesar en ese cargo tras el 28M, no lo ha tenido fácil y que la elección ha estado mucho más reñida que en los anteriores comicios en los que el desplome del Partido Popular y la fragmentación del voto que llevó al salón de Plenos a Vox y a Ciudadanos convirtieron al PSOE claramente en la fuerza política predominante en la corporación municipal.
Tras las votaciones de este domingo, el Partido Socialista evidencia la verosimilitud de la tendencia demoscópica que vaticinaba un varapalo a las siglas socialistas en estas municipales.
Cabe mencionar que parte de los votos de Cs en 2019 se han repartido entre los partidos menores, que suman más papeletas que los minoritarios de los anteriores comicios. Papeletas que, como vaticinaba Alfonso Fernández Mañueco en Burgos han sido votos perdidos.