El Correo de Burgos

Negociación 

El convenio del metal atascado en su sexta reunión. 3 de julio, fecha clave para evitar el conflicto

Los sindicatos ven «pasitos» en algunas propuestas. La línea roja está en la eliminación de los quinquenios a partir del tercero que «lastraría el futuro de los más jóvenes» y eliminar la clausula de revisión porque «supone recortar derechos»

Imagen de la firma del anterior convenio del Metal. TOMÁS ALONSO

Imagen de la firma del anterior convenio del Metal. TOMÁS ALONSO

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Se barruntaba a final del año pasado que la negociación no iba a ser fácil. La renovación del Convenio del Metal en la provincia de Burgos, que afecta a unos 15.000 trabajadores, sigue atascada. Sólo se han dado «pequeños pasitos», pero la negociación está  siendo «muy lenta», explica el secretario de la Federación del Metal en CCOO Burgos, Juan Ignacio Ruiz. Desde la parte negociadora del convenio en UGT Burgos, consideran que la última propuesta trasladada por la patronal es «tomadura de pelo». Habrá que esperar a la reunión del próximo 3 de julio para saber si se acercan posturas, algo que parece complicado. 

Desde abril no se han acercado posturas entre ambas partes que suelen encarar el verano con una rúbrica de acuerdo. La propuesta lanzada en la reunión celebrada en la mañana de este lunes por la patronal establece subidas por debajo del IPC en los próximos años. Así, se plantean incrementos salariales del 0,5% este año, del 1,5% en 2024 y del 1,5% en 2025. Aunque en revisiones salariales el escollo principal está en la cláusula de revisión salarial. 

Esta medida, que está en el convenio que ya ha expirado, permite aplicar subidas del coste de la vida en las nominas. «Es una media que siempre se ha aplicado con total normalidad, sí es cierto que el IPC ha subido drásticamente en los últimos dos años, pero es una medida que funciona en años normales y esto ahora se quiere cobrar recortando derechos», explica Ruiz. Añaden desde UGT que «no garantizan la clausula en 2023, ni en 2024 y para 2025 su propuesta modifica la actual relación de la cláusula al no contemplar el pago de atrasos y limitar la revisión de salarios con respecto al IPC real a un máximo del 2%», explican. 

Se traspasa asi una de las líneas rojas de la parte social de la negociación. «No cederemos ningún derecho ya adquirido». En esta línea se expresan los sindicatos UGT y CCOO respecto al añadido de la propuesta de la Federación de Empresarios del Metal, Femebur. Se propone limitar la antigüedad de los trabajadores a tres quinquenios cuando ahora es ilimitada. «Es una medida que afecta especialmente a los trabajadores más jóvenes que tienen acceso a las categorías más bajas», lamenta Ruiz. 

Otro de los puntos que han recibido un no rotundo por la parte sindical ha sido la de eliminar el complemento de incapacidad temporal para las enfermedades comunes. Aunque no se ha especificado si el porcentaje es individual o por empresa es algo a lo que se niegan. Unas propuesta que suponen un «recorte de derechos» y que «nos tememos que la postura de la patronal nos conduce a una segunda mitad de año donde nos veremos a plantear un calendario de movilizaciones 'in crescendo' que afecten a todas las empresas del sector», lamentan desde UGT. 

Un convenio que «no resta competitividad»

En la negociación la patronal explica a la parte social que el Convenio del Metal de Burgos está entre los más altos del país. Situación que plantea, según han relatado en diferentes ocasiones la patronal, pérdida de competitividad frente a otras plazas como Palencia. Desde los sindicatos desmienten el argumento. «Es verdad que es un buen convenio, pero eso no implica pérdida de competitividad. No ha habido fugas a otras provincias ni ha lastrado nuevas ubicaciones, las empresas miran otras cosas como servicios o comunicaciones para instalarse más que los costes laborales», señalan. Reivindican que su trabajo es especialmente físico, duro y muy especializado de ahí su valor. 

La cita clave para reconducir un acuerdo será  el próximo lunes 3 de julio. De romperse las negociaciones la situación acabaría en un conflicto social y calendario de movilizaciones que afectará  a mas de un millar de empresas (entre grandes fábricas y talleres) y unos 14.000 trabajadores. «Intentaremos que las conversaciones no se rompan, pero de ser así se plantearía un conflicto con la patronal, habría que acudir al Serla y plantear movilizaciones», explican desde CCOO. Una negociación que afecta desde los talleres de coches o fontanería a las grandes fábricas aunque tengan un convenio de empresa porque, en muchas ocasiones, hay puntos que no se regulan a nivel individual de empresa y se acude al convenio provincial. 

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