El Correo de Burgos

Los Gigantillos también ‘bailan’ en verano

la casa de los gigantillos, en los bajos del teatro principal, reabre al público para mostrar algunas claves de las tradiciones burgalesas

La Casa de los Gigantillos reabre al público en agosto.

La Casa de los Gigantillos reabre al público en agosto.©Tomas Alonso

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El mayor de los dos hermanos quería hacerse foto primero con los Gigantillos, después con los gigantes indios y, al final, se hizo fotos con todos los gigantones y con los tetines, para acabar rematando el reportaje fotográfico con el gigante que representa al Cid. La más pequeña no se quería apartar de su padre, esas figuras enormes, todas reunidas en una misma y pequeña sala en los bajos del Teatro Principal, le daban miedo, por muy quietas que estuvieran.

Este padre y dos hijos fueron de los primeros visitantes que ayer se acercaron a la Casa de los Gigantillos, que ha reabierto sus puertas hasta el 16 de septiembre para mostrar algunas de las esencias de las fiestas y tradiciones de la ciudad. Pese a sus pequeñas dimensiones, la Casa de los Gigantillos ofrece, de forma sencilla y didáctica algunas de las claves de las principales celebraciones de la ciudad. Una buena oportunidad para conocer, de forma gratuita, si se viene de fuera y también si se es vecino de la ciudad, las tradiciones burgalesas. Y, de paso, hacerse alguna foto con algunos de elementos más representativos de la ciudad, como los Gigantillos o los gigantones.

La visita permite conocer algunos de elementos que portaban los corporativos del Ayuntamiento de Burgos durante el pasado siglo. En las vitrinas habilitadas se expone, por ejemplo, un fajín que utilizaba los concejales, así como un bastón de mando. En una de las vitrinas se expone un estadal elaborado por Maese Calvo en el año 1949 con el los corporativos participaban en las procesiones.

En otra de las vitrinas se puede ver las partituras del Himno a Burgos, de Calleja y Zurita. También se expone uno de los instrumentos más característicos de las fiestas y celebraciones de Burgos, la dulzaina, en este caso una dulzaina sin llave como la que usan los dulzaineros municipales.

Durante la visita se pueden conocer algunas de las celebraciones y tradiciones vinculadas a Burgos a través de unos paneles informativos. Se cuenta la historia de los gigantillos y los gigantones, de su estrecha vinculación con la celebración del Corpus Christi. Durante la visita se puede comprobar que los gigantones representan las diferentes razas del mundo y a distintos monarcas, así como que su primera presencia en una festividad del Corpus se remonta al año 1564. Una presencia que será regular a partir de las celebraciones del Corpus del año 1656. En el año 1674 ya se contaba con 10 gigantones. Será en el año 1899 cuando se presentan los gigantillos y gigantones tal y como se conocen en la actualidad. Como debe ser en toda buena historia hubo también sus tragedias, como la que del 16 de enero de 1973, cuando un incendio destruyó los gigantillos y gigantones que se guardaban en unos almacenes municipales ubicados en la calle Barrio Jimeno. Como no podía se otra forma se encargó construir unas réplicas bajo la supervisión del arquitecto Marcos Rico. Solo unos meses después, el 21 de junio de 1973, día del Corpus ese año, volvieron a salir a bailar.

Durante la visita se puede conocer también otros personajes que forma parte del paisaje festivo burgalés. Es el caso de los Danzantes y los Tetines. Los Danzantes son un grupo de danza estable desde el año 1800 y están vinculados a las fiestas del Corpus y la de San Pedro y San Pablo. Tienen un maestro de danza, el Tetín Mayor, tres tenines y 12 bailarines, además de tres paleros, dos dulzaineros y un redoblante. Los tetines son también unas figuras singulares de las celebraciones burgalesas, que encarnan la figura del diablo y el mal. Maceros, clarineros, timbaleros o policía de gala son también elementos vinculados a las tradiciones burgalesas.

La Casa de los Gigantillos reúne en un solo espacio y en una visita no muy larga las principales esencias de las fiestas de Burgos. Se puede visitar los viernes de 18.00 a 21.00 horas, los sábados, de 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas, y los domingos, de 12.00 a 14.00 horas.

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