Luto en la hostelería burgalesa por la muerte de Carlos Sierra

Carlos Sierra, responsable de la Bodeguilla, en la calle Santa Clara, ha fallecido a los 63 años tras una larga enfermedad. Una triste noticia que ha llenado de luto a la hostelería burgalesa ante la muerte de uno de uno de los hosteleros más reconocidos y de la más larga trayectoria. Aunque llevaba décadas en la Bodeguilla, también se le conocía como Carlos el del Orfeón, donde también desarrolló su vida profesional.

Su local, la Bodeguilla, se había convertido en uno de los establecimientos de referencia y había contribuido a dinamizar la calle de Santa Clara hasta convertirla en una de las zonas de tapeo de referencia. Los vinagrillos de La Bodeguilla merecieron el reconocimiento de un ‘Solete’ de la guía Repsol. Carlos Sierra contaba entonces que para hacer unos buenos vinagrillos «además de escoger la mejor materia prima, el éxito de un buen pincho vinagrillo reside en la preparación y el cariño que se pone».

Entonces, señalaba a este periódico que «es un satisfacción recibir un reconocimiento como este después de tantos años de trabajo», señala Sierra, quien apunta que es el «broche a toda una vida dedicada a la hostelería». Apuntaba que lo de hacer vinagrillos no es cosa banal, «ni se trata de meter cuatro cosas en un palillo». 

Del mismo modo, señalaba, además, que en «la calle Santa Clara se ha creado un ambiente muy bueno» y anima a los burgaleses a cruzar el Arlanzón para disfrutar de un buen vinagrillo.

Antes de la Bodeguilla, Carlos estuvo durante décadas en el bar del Orfeón, en la calle San Lorenzo, donde se convirtió en uno de los hosteleros más carismáticos de la la zona y de la ciudad. 

Su vocación y amor por el trabajo en la hostelería hizo que estuviera a pie de barra hasta que lo ingresaron.