El Correo de Burgos

Recurren el archivo de la causa contra el sospechoso del triple crimen de Burgos

La acusación particular, ejercida por el primogénito de la familia asesinada en 2004, mueve ficha tras un sobreseimiento amparado en la falta de pruebas contra Ángel Ruiz

Registro de la vivienda de Ángel Ruiz, en La Parte de Bureba, en 2021.

Registro de la vivienda de Ángel Ruiz, en La Parte de Bureba, en 2021.SANTI OTERO

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El brutal asesinato de Salvador Barrio, Julia Dos Ramos y su hijo menor, Álvaro, el 7 de junio de 2004 en la calle Jesús María Ordoño de Burgos sigue sin resolverse. Y no parece que la investigación vaya a arrojar luz -al menos a corto plazo- sobre la autoría después de que el Juzgado de Instrucción número 2 archivase la causa contra el principal sospechoso (Ángel Ruiz, más conocido como ‘Angelillo’) a principios de septiembre. Sin embargo, la acusación particular -en representación de Rodrigo Barrio, primogénito del matrimonio y superviviente de la masacre al no hallarse en el domicilio aquella noche- se muestra disconforme. Y es por ello que ya ha presentado un recurso contra este sobreseimiento temporal.

En el punto de mira desde hace más de una década por una serie de indicios y su demostrada enemistad con la familia, Ruiz se ha beneficiado de la falta de pruebas de peso en su contra. Actualmente en prisión por el asesinato de una vecina de La Parte de Bureba y bajo el foco de la Justicia tras la desaparición nunca esclarecida de un hombre de nacionalidad rumana que residía en Briviesca, no tardó en ser señalado por Rodrigo Barrio. Entre otras cosas, porque la Policía Nacional localizó en su día, en el interior de una de sus viviendas, un juego de llaves del Ayuntamiento, lo que le hubiese permitido acceder al despacho de Salvador Barrio y hacerse con una copia de las llaves de su domicilio en la capital burgalesa.

Otro hecho que le situó bajo la sombra de la sospecha en el tristemente conocido como triple crimen de Burgos fue la aparición de pintadas vejatorias en el panteón de la familia Barrio. Aunque fue condenado por estos hechos, la acumulación de indicios nunca ha sido suficiente para condenarle. Ni siquiera tras los registros que se han llevado a cabo en sus propiedades de La Parte, con el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) trabajando sobre el terreno y llegando incluso a movilizarse un camión del Laboratorio de Actuaciones Especiales.

Durante aquellos registros, algunos en presencia del propio sospechoso, los agentes ponían todo patas arriba mientras trasladaban un sinfín de objetos, susceptibles de ofrecer «indicios físicos» sobre la autoría del crimen, para su posterior análisis. No en vano, el caso volvió a estancarse tras la última incursión policial.

Tal ha sido el empeño de los investigadores en esclarecer quién mató a los Barrio que, 17 años después de lo sucedido, el caso se reactivó con la inspección de un Audi A6, propiedad de la familia, que se encontraba custodiado en la Comisaría Provincial de Ourense. Allí se hallaron restos de sangre de Salvador y Julia, así como un pelo humano. En ese momento, se abrió una pequeña puerta de esperanza para la resolución del crimen.

A lo largo de estas casi dos décadas en busca de pruebas, cabe recordar que el primer sospechoso del asesinato fue el propio Rodrigo Barrio. Por aquel entonces, el primogénito tenía 16 años y residía en un internado de Aranda de Duero. Se formularon infinidad de hipótesis, inclusive la posibilidad de que hubiese robado el coche a uno de sus profesores para desplazarse hasta Burgos, matar a sus padres y a su hermano y regresar como si nada. Sin embargo, la jueza de Menores, Blanca Subiñas, sobreseyó la causa contra el joven en 2010 por el mismo motivo que el Juzgado de Instrucción 4 hizo lo propio recientemente: por falta de pruebas de cargo.

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