Las escuelas católicas acaparan el 34% del alumnado en la provincia de Burgos

Los 29 centros educativos de la provincia Burgos pertenecientes a la red de Escuelas Católicas Castilla y León han comenzado el curso escolar 2023-2024 con 18.944 alumnos y 1.735 profesionales en sus aulas. La cifra de estudiantes disminuye ligeramente un 0,2% con respecto al curso anterior, un descenso moderado con la llegada de escolares a la nueva etapa gratuita de Infantil entre 1 y 3 años. Así, la educación concertada contará este curso en Burgos con una representatividad del 34% del alumnado total.

Según los datos que ofrece esta entidad, la Comunidad cuenta actualmente con 98.000 alumnos recibiendo educación católica. eso supone, desde su punto de vistas, que «las familias vuelven a confiar en el proyecto educativo común, de calidad, valores e innovador que ofrecen los 174 centros escolares pertenecientes a la red de educación concertada católica». Los estudiantes se reparten en 4.338 unidades, con 9.329 profesionales y una representatividad del 28% del total del alumnado de la comunidad.

Para la patronal, el curso está marcado de nuevo por la «incertidumbre» en la implementación de la nueva ley educativa, la LOMLOE, «agravada con un Gobierno todavía en funciones, la subida de precios, la inflación y la baja natalidad que afecta a Castilla y León». Pese a ello, se considera que «arranca con estabilidad en número de alumnos y unidades concertadas pese a la situación demográfica que atravesamos en la región». 

Gratuidad en Infantil

La progresiva pérdida de alumnos que Castilla y León sufre desde hace años se ve aliviada por el aumento de unidades y alumnos que se produce por la ampliación de la gratuidad de aulas de Infantil de 1-2 años, que se suma a la de 2-3 años que comenzó el curso anterior y que el próximo se completará con alumnos de 0-1 años. «Es una apuesta de la Junta de Castilla y León que beneficia a las familias y que sirve para avanzar en conciliación familiar y en la ampliación de la libertad de elección de centros ya que las familias que eligen colegios de Escuelas Católicas podrán también beneficiarse de esta gratuidad, evitando agravios comparativos. Queremos que esta etapa, al igual que Bachillerato, pueda convertirse en un futuro en una concertación plena que ayude a todas las familias, para que cualquiera pueda acudir al centro que desee», subraya Leandro Roldán, secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León. 

Malestar por la LOMLOE

Como era de esperar, esta red carga contra la LOMLOE. «Una ley que se impuso sin consenso ni negociación, y que se introduce plenamente ya», sostiene Roldán. Y es que, según su opinión, «limita la libertad de elección de las familias y discrimina a la enseñanza concertada».

«Está costando mucho su incorporación, con mucho trabajo y grandes cambios en programaciones, evaluación y trabajo burocrático para docentes y centros. Se requiere más tiempo para que una ley con un peso pedagógico tan grande vaya asentándose». Por eso, desde Escuelas Católicas se pide reiteradamente un pacto educativo entre todos los actores del sector que permita de forma consensuada futuras transformaciones del sistema educativo sin depender de los cambios de Gobierno.

Por su parte, el delegado provincial de Escuelas Católicas en Burgos, Víctor Mendiguchia, subrayó la importancia del concierto educativo ya que elegir un centro religioso o cualquier otro colegio concertado «permite a la sociedad disfrutar de un sistema educativo con libertad, con pluralidad, con equidad y con calidad». Además, se ampara en la necesidad de «preservar la libertad y agilidad de nuestros centros y proyectos educativos, a través de un módulo de conciertos justo y que financie el coste real del puesto escolar, ya que sin él se antoja casi imposible seguir siendo una escuela accesible y disponible para quién libremente quiera elegir un colegio concertado».