«En Burgos siempre se queda gente fuera. Hay lista de espera»
La Feria de Antigüedades cierra este domingo su décimo octava edición en el Fórum manteniendo el «buen equilibrio» entre compras y ventas / La inflación apenas repercute en los precios
Décimo octava edición de la Feria de Antigüedades, Coleccionismo y Vintage.
La primera vez que vino a Burgos, Ángel Moix descubrió que «existía el abrigo de verano». Mucho ha llovido desde entonces, pero el frío ahí sigue. También permanece, y se alegra de ello, la grata acogida del público a la Feria de Antigüedades, Coleccionismo y Vintage que organiza junto a Marycruz Madrid a través de la empresa Nougrupfiral. La cita, de nuevo en el Fórum Evolución, ha cumplido este fin de semana la mayoría de edad. Dieciocho ediciones y el cupo de expositores a tope. Y todos «como en casa».
La única pega es que «en Burgos siempre se queda gente fuera», reconoce Moix, siempre con «lista de espera» cuando toca visitar la ciudad, consciente de que el «boca a boca» atrae el interés de los expositores. Lo que ocurre es que el espacio, aunque grande, es limitado. Cuarenta vendedores como máximo, quizá alguno más si dos se ponen de acuerdo para compartir stand. No en vano, «la mayoría repiten» y acuden a la feria con sus furgonetas cargadas hasta los topes. Algunos vienen de lejos, varios de Francia e incluso uno de Inglaterra que hace bien poco estaba bañándose en Tailandia y no esperaba ni de lejos esta ola de frío.
La feria cuenta con una amplia oferta de vinilos.
La principal ventaja de organizar esta feria en pleno invierno es que «la gente aguanta más dentro». También influye, tal y como apunta Moix, que después de tantos años se ha generado una relación amigable entre vendedores y compradores. El «buen rollo» se palpa en el ambiente y garantiza el «buen equilibrio» del evento, que este domingo 21 de enero echa el cierre con el objetivo de mejorar los datos de la edición anterior.
Camisetas de fútbol a precio de saldo.
Juguetes, ropa, decoración, joyas, artículos de coleccionista... «¿Qué es lo que no hay?», se pregunta irónicamente el organizador de la Feria de Antigüedades, incapaz de cuantificar el número de artículos disponibles. Lo que sí ha podido percibir, curiosamente, es que este año hay «mucho movimiento de mueble».
Los expositores también ofrecen esculturas y muebles de todo tipo.
Obviamente, la inflación se ha notado dentro del sector. Sobre todo en la gasolina y en los alojamientos, aunque Moix asegura que los precios de los productos apenas varían. Lo bueno, dentro de lo que cabe, es que hay «más oferta» debido a que las operaciones de compraventa han aumentado considerablemente de un tiempo a esta parte. Y aunque los comerciantes obtengan «menos ganancias», el ajuste suele ser bien recibido y el cliente se rasca más el bolsillo.