Fallece María Luisa de Miguel, pionera de la igualdad y los derechos de las personas sordas

Esfuerzo, tesón, reivindicación... Son palabras que podrían acompañar a María Luisa de Miguel haya por donde le llevara la vida. Un camino en el que ella llevaba siempre el volante. Una mujer que nunca se frenó ante la adversidad o un no por respuesta. Ha fallecido la que muchos conocerán por ser la gran impulsora de la Asociación de Familias de Personas Sordas de Burgos (Aransbur), por su papel en el grupo de mujeres que lanzaron la Asociación de Mujeres La Rueda, una de las primeras concejales con falda en el salón de plenos del Ayuntamiento de Burgos, una madre luchadora y una abuela comprensiva. 

De Miguel fue de las primeras mujeres en ponerse a volante de un coche. Se sacó  el carné en el año 61 para mejorar el rendimiento del negocio familiar y seguir buscando cómo ayudar a su hijo que padecía sordera. Un periplo que recoge en su libro personal 'Pedazos de Memoria' donde, en conversación con Carmen Vedia va relatando sus vivencias. Quería reflejar su vida, sus recuerdos y las razones de hacer todas las cosas que hizo para dejar testimonio a su familia, a sus nietas, especialmente, para que supieran lo que ha costado llegar a lo que la juventud ha normalizado. 

Con la misma pericia con la que en los 60 se ponía al volante de su Renault 4F buscó sin descanso las mejores opciones para que su hijo pudiera valerse por si mismo, que la sordera no fuera un impedimento para realizarse como persona y tener una vida lo más normalizada posible. Así entra en contacto con el asociacionismo. 

En el año 1994, hace ya 30 años, nace Aransbur. Antes ya había movido Roma con Santiago para que permitieran a los jóvenes sordos poder sacarse el carné de conducir. Se presentó  a la oposición para ser profesora de autoescuela: de 4.000 opositores solo ocho eran mujeres. Siempre pionera. Ella formaba parte del equipo que les daba clases. Con Aransbur lograron para el colectivo el otro gran pilar de una persona: la independencia que da el trabajo y acompañar en la formación que entendía debía ser integradora.  

En el año 83 entro en política. Integraba las listas de la candidatura del PSOE pero, como siempre, ella independiente. Con sus ideas muy claras: le interesaba lo social, la mujer, la atención a personas con discapacidad y la cultura. Fue una de las primeras concejalas en el Ayuntamiento de Burgos, la única en la legislatura del 83 y siguió otra legislatura más en la que ya eran dos concejalas en el salón de plenos. 

Los asuntos de su agenda. Los servicios sociales le obligaron a dejar la presidencia de Aransbur, aunque siguió siendo presidenta de honor desde entonces. Y esa labor en defensa de los servicios sociales en una administración local en democracia que echaba a andar le llevó a otro lío más. En colaboración con Carmen Santos y otras voluntarias pusieron en marcha la Asociación de Mujeres La Rueda y el primer piso de acogida a mujeres maltratadas. Un piso pequeño donde las pioneras incluso aportaban enseres de sus casas. Eran tiempos en los que la violencia de género no estaba en ninguna agenda. 

Luego llegaron los nietos y la vida algo más tranquila, con los suyos. Pero María Luisa, inquieta como pocas, no ha parado. Siempre pendiente de lo que pasaba en Aransbur, orgullosa de cada uno de los logros de la asociación por la que peleó tanto y para la que logró el edificio actual.  Y siguió al tanto del asociacionismo. Fue impulsora de la constitución de la Asociación de Vecinos de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas. Escuchaba mucho y sus consejos, breves y certeros, sentaban cátedra. Desde la Asociación  lamentan su fallecimiento pero celebran haberla conocido. «Un ejemplo de lucha, decisión ,valentía, generosidad, coraje y saber hacer, abriendo caminos para el que quiera continuarlos».

El funeral por María Luisa de Miguel está previsto para este martes a las 16.45 horas en la Capilla del Cementerio de San José.