Alimentación sostenible con sello burgalés y sin intermediarios: «Hay que apostar por ello»

El tiempo se les ha pasado volando. Ni la pandemia, que para la mayoría se hizo eterna, ni la inflación han podido hacer mella en El Granero. Todo lo contrario. El covid fue la excusa perfecta para poner a prueba su «capacidad adaptativa» y la subida de precios que tanto afecta al ciudadano de a pie apenas se nota porque el producto local que suministra este pequeño y acogedor establecimiento de Burgos está libre de intermediarios. Cinco años, que se dice pronto, han transcurrido ya desde que Carlos Jaén, Claudia Bustillo y Diego Varona subieron la persiana por primera vez. Un lustro intenso, con altibajos, pero «muy positivo» de principio a fin. 

Concebido y asentado como punto de encuentro entre el medio rural y el urbano, El Granero ha «disparado el número de clientes habituales» gracias, en gran parte, a la consolidación de una red que ya suma 120 productores de toda la provincia. Además, sus promotores trabajan con dos grupos de consumo y «todo eso crea muchas conexiones entre personas y un gran flujo de intercambio de propuestas y reflexiones». 

«La gente se preocupa cada vez más por lo que come y la procedencia delo que consume»Carlos Jaén (El Granero)

No pasa por alto Jaén la imprescindible alianza de El Granero con la asociación Ábrego, con la que comparten local, amistad y filosofía de trabajo. Gracias a esa apuesta en común por el desarrollo rural, ha sido posible «diseñar eventos y acciones que pongan el foco en el impulso de un sistema de alimentación más justo, sostenible y social en la provincia de Burgos». A lo largo del pasado año, «más unidos que nunca en este sentido», impulsaron dos foros de producción agroecológica y local. 

El objetivo que se persigue con estos encuentros, apunta Jaén, es «hacer hincapié en la unión de los profesionales del sector para abordar las dificultades en conjunto». También, cómo no, promover una mayor concienciación entre la sociedad frente al «abuso de los precios y estrategias comerciales de las grandes empresas». En este sentido, considera que «la gente se preocupa cada vez más por lo que come y la procedencia delo que consume». 

La percepción de los gerentes de El Granero encuentra un «fiel reflejo» en la propia tienda. Hace cinco años, el catálogo de productos disponibles oscilaba entre 150 y 200. A día de hoy, supera los 800. En cualquier caso, lo más destacable del trabajo realizado hasta ahora es la consolidación de una red de trabajo con «muchas entidades y personas afincadas en el medio rural a las que intentamos dar visibilidad, visitar y apoyar en la medida de lo posible más allá de la mera compra de bienes». 

Otro de los «pilares» que sustenta la razón de ser de este establecimiento es la cultura. Bandas como El Nido ya han desfilado por un «humilde escenario» que también acoge habitualmente charlas, talleres o exposiciones. De cara a este año, lo más inminente será la presentación de un poemario de Mario E. Fernández, el concierto de Lylø y una sesión de cocina con Nutre Burgos.  

«Podemos empezar a pensar que este proyecto tiene futuro, pero nuestros esfuerzos están centrados en afianzar los cimientos del proyecto», asegura Jaén plenamente convencido de que «el pequeño comercio tiene mucho que decir» a pesar de que «siempre vamos ahogados con las cuentas». Lo importante, no en vano, es mantenerse como hasta ahora y «mejorar algunas cosas como nuestra tienda online o la oferta de comidas de la cafetería». 

A medio y largo plazo, El Granero ve factible «apoyar que vea la luz un mercado agroecológico semanal en la ciudad y otras iniciativas que surjan del trabajo que se está haciendo con los productores». Si algo tiene claro, porque lo ha podido comprobar de primera mano, es que «tenemos una provincia increíble con un sinfín de productos de grandísima calidad». Por eso, no le cabe duda de que «hay que apostar por ello» y dejar que sean los propios productores quienes marquen «el camino a seguir». 

Guateque a la hora del vermú

Había que celebrar estos cinco años de andadura como se merece. Entre amigos, música y algún que otro aliciente. El cumple de El Granero tuvo lugar este sábado a la hora del vermú y, como era de esperar, se llenó hasta la bandera. 

Jaén y compañía no daban abasto en la barra mientras Calceto Chacho Boys amenizaban la fiesta, que sirvió para presentar en sociedad las camisetas del quinto aniversario. Su autora, la diseñadora Elena Díez, es una de las cofundadoras de Ábrego. 

La cita sirvió para inaugurar el mural de Covco. El lema de la obra, sin lugar a dudas, define a la perfección el mensaje que El Granero pretende trasladar a la sociedad: Apoyar al pequeño te hace grande. Compra en el barrio.