«Seguimos viviendo las consecuencias del racismo histórico»

«El 8 de abril de 1971 gitanos y gitanas de diferentes partes del mundo se reunieron en Londres para apoyar al Pueblo Gitano inglés después de una serie de crímenes de odio y para reivindicar justicia para las víctimas gitanas del genocidio nazi», así comienza el manifiesto de la Asociación de Promoción Gitana de Burgos. 53 años después de aquel 8 de abril, el pueblo gitano persiste en su lucha por el reconocimiento y el respeto a sus vidas.

La Asociación se reunió en el Ayuntamiento de Burgos para celebrar el Día del Pueblo Gitano y recordar ese día histórico de 1971 en el que se enarboló la bandera, símbolo del viaje desde la India hacia la libertad, y se entonó el himno que evoca a los gitanos y gitanas que padecieron el horror del nazismo. «Seguimos viviendo las consecuencias del racismo histórico y nos enfrentamos cada día al racismo institucional» dicta el manifiesto.

La comunidad gitana se une con el orgullo de pertenecer a un pueblo que ha sabido convertir los desafíos en oportunidades. Un ejercicio de memoria colectiva que honra su historia, su lengua y sus ancestros, al tiempo que abogan por la eliminación de prejuicios y etiquetas que los encasillan.

En este año en particular, el pueblo gitano destacó la urgencia de que las autoridades públicas asuman su responsabilidad en la creación de viviendas sociales, como un derecho básico que les permita vivir con dignidad y reivindican las dificultades que enfrentan las personas gitanas enfatizando en la necesidad de viviendas, cuya adquisición sigue siendo una tarea difícil debido al racismo social al que enfrentan las personas gitanas.

«Luchamos, avanzamos, aprendemos, trabajamos, cuidamos, rompemos con los estereotipos que nos asignaron hace 600 años, pero no parece suficiente», demanda el pueblo gitano.

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, destacó la importancia de integrar al pueblo gitano como parte indispensable de la ciudad y la vital importancia que tiene rememorar las cuestiones del pasado que todavía hoy en día siguen afectando.

En lo que respecta a la preocupación expresada por el pueblo gitano sobre la necesidad de una vivienda digna, la alcaldesa expuso que se está trabajando en mejoras para que el barrio gitano de El Encuentro termine de desaparecer de la ciudad. «Es un programa que se está financiando al 50%, desde la anterior legislatura», pronunció Cristina Ayala.

El Encuentro es uno de los últimos poblados chabolistas que quedan en Castilla y León, y aunque es un tema en el que se sigue trabajando, se espera poder brindar opciones reales de viviendas para que termine de desaparecer.

Ayala simpatizó con el pueblo gitano y destacó la importancia que tienen las oportunidades que permiten «vivir una vida digna y plena». Es por ello por lo que animó al público de todas las edades a formarse como elemento clave para acceder a un buen empleo. «La formación es la clave para acceder a un buen empleo y por tanto, estamos pendientes de trabajar con la Dirección Provincial de Educación, desde la Concejalía de Asuntos Sociales, precisamente para promover y provocar que podáis acceder a ella como todo el mundo y tengáis la información suficiente para acceder a puestos que nuestras empresas en Burgos están reclamando», matizó.

Burgos es una ciudad con un gran tejido industrial y cercana al pleno empleo que siempre se encuentra dentro de las cinco provincias con menos desempleo de España. «Una vivienda es una parte, pero un empleo es fundamental para tener acceso a todo lo que tenemos en la sociedad», y que permite «tener unos ahorros, tener un dinero para gastar, tener una vivienda y tener una vida absolutamente plena», proclamó la alcaldesa.

Tras la lectura del manifiesto, los gitanos y gitanas de Burgos se han unido para celebrar la Ceremonia del Río, donde se arrojan pétalos de flores en el río como conmemoración de los antepasados y las víctimas del anti-gitanismo y rememorando el aniquilamiento sistemático que se produjo tras la guerra.