Carpetazo definitivo al sector S-9, en barbecho desde hace dos décadas
El Ayuntamiento de Burgos rescinde el contrato y aprueba la retención cautelar del aval aportado en su día por la UTE adjudicataria. El siguiente paso: «estudiar si se volverá a urbanizar»
La portavoz del equipo de Gobierno, Andrea Ballesteros.
La historia viene de lejos, desde los tiempos de Ángel Olivares al frente del Ayuntamiento de Burgos. Fue en 2003 cuando el sector S-9, que conecta Capiscol con La Ventilla, parecía propicio como tantos otros para que la ciudad se expandiese urbanísticamente. Pero no fue así. El proyecto quedó en barbecho y ahora, dos décadas después, el actual equipo de Gobierno ha decidido dar carpetazo al aprobar la rescisión del contrato suscrito en su día con la Unión Temporal de Empresas (UTE) S-9 La Ventilla-Oeste, integrada por Hormigones Sierra, Construcciones Lázaro y la Cooperativa Luis Labín, que se haría cargo de esta actuación.
«No se iniciaron las acciones para urbanizar», ha recordado este jueves la portavoz del bipartito, Andrea Ballesteros, una vez aprobada la resolución del contrato en Junta de Gobierno. Era «la más sensato», según ha esgrimido, tras recordar que la rescisión de la adjudicación arrancó en 2004 y «se dilataron todos los procedimientos». Por otro lado, no se descarta hace lo propio en otros sectores de la ciudad en los que tampoco se llegó a urbanizar.
¿Y ahora, qué? De entrada, se ha retenido cautelarmente el aval depositado en su momento por la UTE. Ahora, el área de Urbanismo deberá determinar los pasos a seguir. Se trata de un «proceso administrativo largo», ha advertido Ballesteros a sabiendas de que no queda más remedio que «estudiar si se volverá a urbanizar».