El Correo de Burgos

La investigadora de la UBU Cristina Valdiosera logra una beca europea de 2,5 millones

El proyecto reconocido con esta prestigiosa subvención utilizará técnicas avanzadas en el campo de la bioarqueología para investigar cómo se produjo el mestizaje entre México y España. Solo cinco trabajos de España han logrado apoyo en esta edición

El rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, junto a la investigadora galardonada con una prestigiosa beca Advanced Grant, Cristina Valdiosera.

El rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, junto a la investigadora galardonada con una prestigiosa beca Advanced Grant, Cristina Valdiosera.SANTI OTERO

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Burgos alcanza la élite de la investigación. El nombre de la ciudad resuena desde hoy en el listado de ciudades que acogen un proyecto merecedor de las prestigiosas becas europeas Advanced Grant. Se trata del impulsado por la bióloga experta en arqueogenómica Cristina Valdiosera, del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos, que ha logrado una subvención dotada con 2,5 millones.

La importancia de tal hito se podía palpar en el ambiente de la rueda de prensa en la que el rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, anunciaba este reconocimiento. Incluso la convocatoria enviada ayer apuntaba, sin dar pistas, a un anuncio de relevancia que se encargó de hacer el responsable de la institución académica, acompañado por la protagonista y el vicerrector de Investigación y Transferencia del Conocimiento, José Miguel García

Apuntalaba el rector la dimensión de este logro con datos. Explicaba así que en esta edición el Consejo Europeo de Investigación ha seleccionado 255 trabajos de entre 1.829 solicitudes presentadas, «que han sido revisadas por prestigiosos expertos de renombre internacional -muchos de ellos, ganadores del premio Nobel- que forman parte de los jurados de los comités de selección». 

Del total, catorce investigadores están adscritos a cinco universidades y ocho centros de investigación de España. «Y solo cuatro son mujeres, una de ellas nuestra investigadora, nuestra prestigiosa investigadora, la doctora Cristina Valdiosera», subrayaba con emoción. Precisaba además Pérez Mateos que la Universidad de Burgos es la única de Castilla y León que cuenta con un galardonado en tan selecta lista. Las otras cuatro españolas son la Pompeu Fabra y las de Barcelona, Málaga y Sevilla.

Valdiosera destinará los 2,5 millones de euros a lo largo de los próximos cinco años a estudiar cómo se ha producido el mestizaje entre México -su país natal- y España. Contará para ello con un equipo multidisciplinar de cinco personas, especialistas en biología computacional, arqueología, antropología, técnicos de laboratorio expertos en paleogenética y paleogenómica e historiadores. 

Si bien la respuesta a la pregunta que lanza esta propuesta «parece fácil de responder», la confluencia de otros muchos indicadores al margen de los meramente biológicos otorgan una gran profundidad al objeto de estudio. Así, según la responsable del proyecto, «el mestizaje que compete a este proyecto es bastante más complejo de lo que hemos asumido durante los últimos 500 años, porque el cruce biológico entre México y España estuvo marcado por fuertes bases sociales y culturales por ambos lados». A juicio de Valdiosera, «el encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma en Tenochtitlán en 1519 fue el de dos culturas muy fuertes, muy bien establecidas, con una estructura política, social y militar muy bien organizada, y a esto habría que sumar la olvidada participación de una tercera cultura, la africana que venía asociada a las poblaciones europeas».

Desentrañar la evolución del proceso que comenzó entonces -y después se extendió al resto del continente americano- es el propósito de AdMEXture, proyecto con sede en la UBU que empleará técnicas avanzadas en el campo de la bioarqueología para examinar restos humanos «y obtener historias de la vida real de las personas involucradas en el proceso, proporcionando datos cruciales para los debates sociales en curso y contribuyendo a una historia más inclusiva y representativa».

Se trata, según reconocía Valdiosera, de un trabajo amplio y «holístico» en el que 500 años de historia sirven como cápsula de tiempo «que actúa como un modelo perfecto para poder estudiar las interacciones humanas, sociales, culturales y biológicas entre tres poblaciones distintas, y esto nos da la oportunidad de poder estudiar el comportamiento humano».

Destacaba además la investigadora otra singularidad de esta apuesta que ha captado la atención de los expertos europeos: «El proyecto establece un puente de comunicación entre las ciencias y las humanidades que, desde mi punto de vista, abre la puerta a nuevas generaciones de estudios sobre el pasado».

Un éxito "temprano" de la Escuela de Formación ERC StG

La Universidad de Burgos aprobaba en diciembre de 2022 la creación de un órgano específico para formar y respaldar a los interesados en presentar iniciativas con el propósito de acceder a financiación europea para la investigación de vanguardia. Es, por tanto, el conocido ayer un éxito «temprano» de la llamada Escuela de Formación ERC StG. 

Así lo indicaba el vicerrector José Miguel García, para detallar que el personal encargado de apoyar estas peticiones forma parte de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación. «Las peticiones se cursan ante la Unión Europea y se evalúan en dos fases. En la primera se lleva a cabo la evaluación documental del proyecto que se presenta y del currículum de su responsable», señaló. 

De superarse este corte -algo que ocurre en un tercio o menos de los casos- el interesado se somete a una entrevista personal con un tribunal. Se trata de una prueba «realmente dura y compleja y para eso está la escuela, para ayudar» y facilitar un entrenamiento, que es necesario aun siendo los mejores en su campo, pues la exigencia es elevada.

Al suficiente atractivo del soporte que brinda esta escuela para alcanzar estas ayudas, en sus distintos formatos (Starting, Consolidator, Advanced y Synergy) la UBU suma una serie de incentivos para estimular el interés de su plantilla investigadora por esta convocatoria. 

Además de la consolidación de su puesto, ofrece los siguientes alicientes económicos: 2.000 euros si se presenta el proyecto, según las directrices de la escuela, 5.000 euros por superar la primera fase y acceder a la entrevista y 75.000 euros si se consigue la ayuda.

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