La mejor ruta en moto para conocer a fondo la provincia de Burgos

Burgos RoadBook ya calienta motores, literalmente, ante su cuarta edición. Por delante, una ruta de 550 kilómetros para conocer desde la carretera el patrimonio que atesora la provincia. El evento, promovido por Moto Club Burgos Sport con el apoyo de la Diputación a través de Sodebur y Burgos Alimenta, reunirá este sábado 4 de mayo a 250 participantes dispuestos a conocer, aunque sea de pasada, paradas clave del territorio y sus tesoros gastronómicos. 

El recorrido, como siempre, es toda una incógnita. Los motoristas, procedentes de toda España, se guiarán a través un roadbook (libro de ruta) que indica los puntos kilométricos a seguir. Al tratarse de una cita no competitiva, partirán de dos en dos de forma escalonada entre las 7:30 y las 8:30 horas. Por su parte, un coche de la organización saldrá a las 8 para grabar todo el itinerario «a velocidad legal». 

La principal novedad de este año, según explicaba este lunes el presidente del Moto Club, Raúl Gutiérrez, es la entrada en varios de los 75 pueblos por los que discurre la ruta. La única pista que da sobre el trayecto es la parada en Villafuertes para obsequiar a los participantes con un «chorizo especial». Además, a lo largo de la jornada podrán degustar sopas de ajo, pan, rosquillas o «un dedal de vino». Al terminar, como en ediciones anteriores, recibirán una morcilla envasada al vacío. 

También habrá, porque ya se ha convertido en tradición, un «invitado estrella». El último en sumarse a la lista fue Raúl Galán, jefe provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT), porque siempre ha estado «muy sensibilizado con el tema de las motos». Para este año, el elegido es Jorge Rodríguez, gerente del concesionario de BMW dasMoto Bizkaia. Por otro lado, Gutiérrez ha informado de también se celebrará un Concurso de Fotografía cuyo ganador obtendrá un pase directo para la próxima edición. 

Para el presidente de Sodebur, Carlos Gallo, Burgos RoadBook es la excusa perfecta para «mostrar el gran patrimonio que tenemos a lo largo y ancho de nuestra provincia». Por su parte, el diputado responsable de Burgos Alimenta, Javier Arroyo, considera que «la palabra clave es retorno», dado que muchos de los participantes luego «vuelven con su familia y con sus amigos» para hacer turismo con mucha más calma. Desde la experiencia de anteriores entregas, a Gutiérrez le consta que al día siguiente «la gente se queda a tomar pinchos por la ciudad». 

Ese es el gran objetivo de esta cita: afianzar a Burgos como enclave turístico tanto en la capital como en el resto del territorio. La edad de los participantes, según Gutiérrez, oscila mayoritariamente ente los 40 y los 60 años. No en vano, cada vez se apuntan más mujeres y también hay «gente joven a la que le llama la atención». Pero más allá de los perfiles, lo fundamental es demostrar que «tenemos una provincia muy rica» que merece la pena visitar en numerosas ocasiones.