El Correo de Burgos

El dos de mayo, el día la Independencia quince días después de los héroes de Burgos

Burgos se levantó contra los invasores napoleónicos el 17 de abril 

El Arco de Santa María forma parte de la ruta del Renacimiento ideada para presumir de legado, más allá de la Catedral. Y del río.

El Arco de Santa María muestra una placa en recuerdo a los héroes burgaleses de la Independencia ío.TOMÁS ALONSO

Burgos

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17 de abril de 1808. Un numeroso grupo de artesanos burgaleses, hartos de la opresión del ejército francés que había ocupado el territorio español, se revela contra las tropas de Napoleón en un acontecimiento que fue el preludio del estallido de la Guerra de la Independencia. 

Un gesto, el levantamiento, que se repitió con más virulencia el 2 de mayo en Madrid y que luego ha quedado para la historia como el hito más recordado de esa revuelta.  La Comunidad de Madrid celebra cada año su levantamiento inmortalizado por Goya y se lleva el protagonismo de este acto de lucha popular contra el invasor. 

Lo sucedido en Madrid tuvo su precedente en Burgos y quizá sin el levantamiento burgalés Madrid hubiera tardado mucho más en revolverse contra el invasor.

En cualquier caso, un momento, el sucedido en Burgos, que ahora, más de doscientos años años después, se sigue recordando en la capital castellana con orgullo patriótico.

En esa revuelta fallecían los burgaleses Manuel de la Torre, Tomás Gredilla y José Apéstegui, a quienes se recuerda como los primeros héroes de la Guerra de la Independencia.

Prueba de ello es la inscripción de sus nombres en el Arco de Santa María. Lugar hasta el que se dirigieron los actores tras la representación de la refriega y en donde hicieron un homenaje a su figura con tres tandas de disparos al aire.

No es la única ocasión en la que los burgaleses se levantaron contra el invasor yñya que cabe recordar otro episodio que se vivió en Burgos ese mismo año contra las tropas francesas. En el entonces pueblo de Gamonal se libró una dura batalla que se saldó con victoria gabacha y que degeneró en un expolio de la ciudad que se cebó con el monasterio de las Huelgas.

Al final los franceses salieron huyendo al igual que en el resto del territorio español, no sin antes volar por los aires el Castillo.

Burgos pagó en sangre y en prendas la lucha contra el invasor, pero la fiesta se celebra en Madrid donde un poco también queda del espíritu revoltoso de aquellos años difíciles.

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