Alerta ante los casos de autolesiones y conductas suicidas en jóvenes
«Estamos viendo un aumento de conductas en adolescentes compatibles con trastorno límite de la personalidad en consultas, urgencias y hospitalización». Al Hospital de Día Infanto-juvenil llegan los casos que necesitan un plan terapéutico individualizado planteado a un año vista.
«Desde 2020 hemos venido viendo un aumento de consultas ambulatorias, número de hospitalizaciones y solicitudes de atención urgente», explica la psiquiatra coordinadora del Hospital de Día Infantojuvenil del Complejo Asistencial Universitario de Burgos, que está en el hospital Divino Valles, Angela Osorio. Apunta que a este centro llegan las patologías mentales más graves que requieren «un abordaje más intensivo que el que se puede hacer en consulta ambulatoria».
De esta manera, entre las enfermedades de salud mental que se presentan en edad infantil y adolescente que requiere este servicio son las patologías psicóticas, la más grave en este ámbito. Pero hay otras patologías que preocupan. «Estamos viendo un aumento grave de demanda en consultas, urgencias y en hospitalización sobre conductas autolesivas y autolíticas», remarca Osorio. Estas intenciones son la consecuencia final de un proceso de desarrollo de conductas emocionales graves en adolescentes compatibles con el trastorno límite de la personalidad.
En el centro, que lleva en marcha un mes, se atienden trastornos piscóticos en su fase inicial de ansiedad (fobias sociales o escolares graves, trastornos del espectro autista sin discapacidad intelectual, trastorno de comportamiento y emociones que arrancan en estas fases iniciales de la vida o trastornos afectivos. En cuanto a estas conductas en adolescentes que preocupan a los expertos en salud mental el papel del consumo de drogas no está tan marcado. «El consumo de tóxicos tiene mucho que ver con patología psicótica, el consumo de cannabis está muy relacionado, pero en niños y jóvenes suele haber factores genéticos, ambientales que, además, lo hacen todo más complejo y grave porque la evolución es más impredecible que en adultos».
Todos los agentes implicados en la salud mental de los jóvenes y niños han detectado que, desde la pandemia, se han incrementado los casos que se tratan. De ahí la ampliación de la red de hospital de día para niños y adolescentes con problemas graves de salud mental. En este tipo de situaciones, se plantea un plan terapéutico individualizado y multidisciplinar de atención por cada caso. «Se plantean unos objetivos en función de las necesidades terapéuticas conun plazo de desarrollo de tres meses a un año, superado ese tiempo entendemos que no se logran objetivos porque quizás este no sea el recurso adecuado», señala.
El equipo del Hospital de Día del Divino Vallés está formado por cuatro psiquiatras, cuatro psicólogos, tres enfermeras, un Técnico Auxiliar de Enfermería y un terapeuta ocupacional. Disponen de 17 salas, todas reformadas y adaptadas, entre las que destaca un comedor terapéutico, dos aulas educativas, un sala de ocio infantil, un espacio multisensorial, un gimnasio, un laboratorio y una sala de terapia grupal. También hay espacios de ocio para el desarrollo de actividades y fomentar las relaciones personales desde juegos de mesa y futbolín o espacios de talleres y manualidades o espacios para, por ejemplo, celebrar un cumpleaños. Acciones poco comunes en un centro sanitario pero que en este espacio «facilita la asimilación de los más pequeños a los tratamientos y terapias en las que participan».