El mejor menú del día para ayudar a las víctimas de la DANA en Valencia

Desde primera hora de la mañana y sin dar abasto. Todo por ayudar a las víctimas de la DANA en Valencia. No resulta sencillo movilizar a tanta gente en tan poco tiempo, pero la Asociación de Cocineros y Reposteros de Burgos (Acorebu) ha vuelto a hacerlo. Esta vez, con un suculento y solidario menú del día a base de paella, mandarinas, cruasanes, sobaos, pan y agua. A 12 euros la ración, y con la posibilidad de colaborar a través de la denominada Fila 0, la recaudación se destinará íntegramente a los damnificados por la catástrofe. 

Los más madrugadores ya estaban a las 7 de la mañana en la plaza de San Juan para «recibir el pescado». Hora y pico después, más de 70 voluntarios se ponían manos a la obra para organizar los ingredientes y empezar a encender los fogones. De aquí para allá, completamente desbordado, el presidente de Acorebu, Fernando Llorente, siempre atento hasta el más mínimo detalle. «No nos veíamos obligados, pero sí con la necesidad de hacer algo a favor de Valencia», aseguraba una vez despachadas unas 1.500 de las 2.700 raciones preparadas a lo largo de la jornada. 

La iniciativa se gestó «a través del teléfono». De primeras, Llorente tanteó a Miguel Santamaría, presidente de la Federación de Fajas, Blusas y Corpiños de Burgos. Éste aceptó sin pensarlo y tiró de contactos. Poco a poco, se fueron sumando el Ayuntamiento, el grupo Scout Arlanzón 688 y Protección Civil, que ha enviado una decena de voluntarios para organizar las colas como es debido.  Tampoco han faltado una decena de alumnos de la Escuela de Hostelería La Flora, donde Llorente es profesor, dispuestos a echar un cable aunque «nunca antes habían hecho una paella». 

Todos a una gracias a la imprescindible contribución de los patrocinadores. Sobre todo la de aquellos que han aportado el género para preparar los menús, desde Alcampo hasta la Asociación de Carniceros de Burgos (Grecabur) pasando por varias panaderías o la Asociación de Pescaderos (Mipesbur). Cientos de kilos de alimentos (360 tan solo de mandarinas). Pequeñas, medianas y grandes empresas compartiendo un mismo objetivo: recaudar la mayor cantidad de dinero posible para quienes lo han perdido todo por culpa de la DANA. 

Había que lanzar un «guiño» a Valencia. Eso estuvo claro desde el principio. Y que fuese algo «fácil, barato y cómodo de dar» por cuestiones logísticas. Además, se acordó ir preparando las paellas de poco en poco, a fuego lento, para que «no se nos pase el arroz». Hacerlas «todas de golpe» hubiese sido un error. Se nota que, aparte del cariño, la profesionalidad es un grado. 

Con Freddy Dj amenizando el evento, cientos de burgaleses acudían a las casetas a por sus tickets. Transcurrida la primera hora, aún quedaba mucho por repartir. Sin embargo, Llorente y compañía saben que la ciudad se vuelca con las causas justas. Quedó demostrado cuando Acorebu distribuyó hace un par de años otras tantas raciones de paella para las víctimas del volcán de La Palma. O las 1.500 torrijas para el personal sanitario del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) cuando el covid causaba estragos. 

Con cansancio por tantas horas de estrés y trabajo, pero también con mucha «satisfacción». Ese sería, sin duda, el mejor resumen de este domingo 24 de noviembre en el que la solidaridad ha vuelto a cobrar sentido desde Burgos. En esta ocasión, por y para Valencia.