El abandono de mascotas en Burgos «sigue siendo una barbaridad»
Las asociaciones animalistas apelan a la «responsabilidad» ciudadana a la hora de adoptar y emplear pirotecnia en Navidad

Fran Álvarez (Salvamento Animal Burgos), Ana González (Voluntarios Animales Burgos) y Carlos NIño.
Los animales domésticos no son un juguete. Tampoco un mero regalo de Navidad. Adoptar conlleva una gran «responsabilidad», no es un capricho pasajero. Desgraciadamente, el abandono de mascotas en Burgos, lejos de reducirse, continúa «aumentado». Tanto que las asociaciones que se encargan de velar por su bienestar consideran la comisión de este tipo de prácticas «sigue siendo una barbaridad».
Un fenómeno triste pero habitual es que, pasadas las fiestas, el cariño con el que se recibe a una mascota disminuye hasta que en abril se le abandona a su suerte. Ana González, de Voluntarios Animales Burgos, conoce un sinfín de casos. En la actualidad, su asociación asiste a 27 perros y gatos repartidos en casas de acogida al carecer de refugio. Pero hacen falta más, dado que las plazas en residencias caninas, otra opción a tener en cuenta, «son limitadas».
El principal requisito para que un hogar se convierta en casa de acogida es «preservar el bienestar animal». Es decir, alimentar al animal como es debido, darle el cariño y cuidados que necesita y avisar a la asociación, que se hace cargo de todos los gastos -desde la manutención hasta cualquier enser- si necesita acudir al veterinario.
También han rescatado una «barbaridad de perros y gatos» los voluntarios de Salvamento Animal Burgos. Llama además la atención la gran cantidad roedores domésticos que, de un tiempo a su parte, se abandonan a su suerte. Sobre todo jerbos y de hámsteres. De hecho, hace poco se localizó una camada de 40 ejemplares «por la calle de noche».
Fran Álvarez, voluntario de esta organización, achaca este fenómeno en gran parte a la Ley de Bienestar Animal, cuyas «lagunas» arrojan «más problemas que beneficios». En su opinión, la normativa genera «mucho miedo en muchos propietarios». Algo «incongruente», a la par que «curioso», que «haya muchos más abandonos de todos los animales». Aparte, cree que se debería concretar de una manera más precisa «qué se considera núcleo zoológico» porque «los límites son muy bajos».
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Burgos trata de promover la «concienciación» a través de diferentes iniciativas. En lo que respecta al abandono, la campaña No soy un juguete pretende poner de manifiesto la que los animales domésticos «requieren unos cuidados» básicos mientras se hace hincapié en la necesidad de pensárselo dos veces a la hora de regalar una mascota.
Otro aspecto de vital y importancia, tal y como apunta el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, es el uso adecuado y prudente de la pirotecnia; especialmente durante las fiestas, pero también en cualquier época del año. Por otra parte, la campaña El responsable eres tú está especialmente diseñada para evitar la presencia de excrementos y orines en las calles, máxime cuando la Concejalía regala bolsas de plástico y recipientes para impedir que los animales hagan sus necesidades en la vía pública.
Visibilidad a través del arte
Tras el «éxito» de la primera convocatoria, el Concurso Nacional de Fotografía Perritos en Adopción volverá a la carga el año que viene con el objetivo de dar «visibilidad» a cientos de canes para facilitar su adopción. En la anterior edición, una protectora de Tarazona (Zaragoza) se llevó como premio 500 kilos de comida.
Cuenta Álvarez, que se dedica a la fotografía, que este certamen resulta de gran utilidad para captar el interés de quienes desean adoptar o acoger porque, en muchas ocasiones, las imágenes que se difunden por parte de las protectoras carecen de buena calidad. Así las cosas, la segunda edición del concurso también dará cabida a los gatos y se espera incrementar la cuantía de los premios, empezando por el primero para ver si es posible que el ganador se lleve una tonelada de alimentos.