El vandalismo en Navidad deja una factura de miles de euros en Burgos

Se acabaron las fiestas de Navidad y llega el momento de volver a la rutina. También de hacer balance, tanto de lo bueno como de lo malo. Y el vandalismo, en el caso de Burgos, continúa estando a la orden del día. Teniendo además en cuenta que el gasto en elementos decorativos e iluminación por parte del Ayuntamiento superaba esta vez los 500.000 euros, la factura por los desperfectos causados en las últimas semanas conllevará el desembolso de unos cuantos miles. 

Todos los ataques contra el mobiliario navideño se han producido, tal y como precisan fuentes municipales, en fines de semana. Noches de fiesta -con excesivas ingestas de alcohol de por medio- como la de Reyes, que se saldó con el robo de tres patas de los dos caballos de la carroza asentada en el puente de Santa María, a escasos metros del Arco. 

Tres patas arrancadas, en paradero desconocido, y una cuarta destrozada. La instalación, precintada hasta su retirada porque a estas alturas su reparación no merecía la pena, ya fue objeto de otra acción vandálica -menos dañina, eso sí-, consistente en manipular la caja eléctrica para apagar la iluminación. 

Otro animal en el punto de mira: el oso blanco de la plaza de San Juan. Al pobre se lo fueron llevando por partes. Primero la banqueta, después una de las patas, otro día un brazo... También robaron el brazo que quedaba, aunque apareció no muy lejos del lugar. Total, que lo dejaron «mutilado» y no quedó más remedio que sacarlo de la vía pública porque los ataques tenían lugar «cada fin de semana». 

También en el puente de Santa María, alguien sustrajo el pasado fin de semana tres jardineras decorativas que forman parte de un mismo conjunto. Más llamativo resultó aún el pinchazo de una de las burbujas del espectáculo estático Evanescent, en la plaza del Rey San Fernando a los pies de la Catedral, en la madrugada del domingo 29 de diciembre. 

Aparte de estos ataques a los elementos lumínicos del centro histórico, la pista de patinaje sobre hielo también ha sufrido los estragos de los vándalos durante las fiestas. Desagradable sorpresa la que se encontraron sus responsables; un día al descubrir que habían robado parte de la decoración y otro al percatarse de que las lonas de la instalación que dan a Correos estaban rajadas. 

El resto de la ciudad ha permanecido ajena a estos hechos. Más que nada, por la ausencia de elementos navideños en los barrios salvo excepciones muy puntuales. Como en San Pedro de la Fuente, donde los vecinos se encontraron un pino decorado con pintadas a base de spray. 

Por ahora no se puede cuantificar con exactitud el balance de daños. Entre otras cosas, porque el Ayuntamiento ha dado parte al seguro de lo sucedido con las jardineras, la carroza y el oso mientras el resto de empresas afectadas hacen lo propio. En cualquier caso, desde el Consistorio se quiere hacer un «llamamiento al civismo» para evitar que esto siga sucediendo.