Medio Ambiente impulsará este año las obras de renovación de la perrera
En el plazo de pocas semanas recibirán el nuevo proyecto que está en fase de redacción tras las obras fallidas. Las mejoras debían haber estado terminadas a finales de 2022 y comienza el 2025 prácticamente empezando de cero
El proyecto de renovación de la perrera municipal está encargado y a punto de llegar al área de Medio Ambiente y Sanidad del Ayuntamiento de Burgos, que espera impulsar las obras a lo largo de 2025, tras la intervención fallida en estas instalaciones, que viene del pasado mandato. Como recuerda el edil de Medio Ambiente, Carlos Niño, las obras de mejora deberían haber terminado a finales de 2022 y a comienzos de 2025 se está prácticamente comenzando desde cero.
El estudio de arquitectura Barrio y Cameno tiene a su cargo el contrato para redactar los planos y se espera que sea cuestión de semanas su entrega para continuar con la tramitación administrativa que todavía será larga, ya que habrá que revisarlo para su aprobación y más tarde redactar los pliegos para sacar a concurso los trabajos sobre el terreno.
El equipo de Gobierno actual tiene claro que esta es una obra imprescindible para la ciudad y baraja destinar el mismo presupuesto que contemplaron en su momento PSOE y Ciudadanos. De esta manera, los costes, a falta de conocer los detalles del proyecto, se elevarán hasta los 900.000 euros, según las previsiones de la Concejalía de Medio Ambiente.
El titular de esta área ya explicó hace unos meses que el PP se decanta por un edificio modular prefabricado que albergue los cheniles para los animales rescatados en la línea de las instalaciones que tienen en otras ciudades, como Vitoria, donde tuvieron la oportunidad de conocer la perrera municipal.
Burgos
El Ayuntamiento de Burgos inicia la resolución del contrato de las obras de la perrera
Natalia Escribano
El proyecto que se contrató en el pasado mandato se demostró irrealizable tras los numerosos problemas que surgieron tras la adjudicación de las obras.
La empresa Construcciones Ortega planteó un modificado en el que se requerían más recursos económicos debido a que el estado de las instalaciones, ubicadas en Villafría en las cercanías del antiguo aeródromo, estaban más deterioradas de lo que se esperaba. De hecho se contrató un estudio geotécnico que concluyó, que los daños estructurales del inmueble «son mayores de lo previsto inicialmente».
Finalmente, el Ayuntamiento de Burgos optó por resolver el contrato con la citada firma, un procedimiento administrativo que no ha concluido y que podría alargarse si acaba en los juzgados. A mediados del pasado noviembre, la Junta de Gobierno inició los pasos para rescindir el contrato de las obras de la perrera «por la imposibilidad» de ejecutar las actuaciones de acuerdo al proyecto inicial. Estas fueron las palabras de la portavoz del Partido Popular, Andrea Ballesteros, que en aquel momento indicaba que sería necesario redactar un nuevo proyecto ya de cara a 2025 y, por tanto, otro procedimiento de licitación.
Fue el Ayuntamiento el que instó a esta resolución del contrato sobre el que se tendrá que pronunciar la empresa adjudicataria, Construcciones Ortega. La previsión pasaba porque hubiera que indemnizar a la empresa con la cantidad de aproximadamente 15.000 euros, si se tiene en cuenta que las condiciones del contrato establecen un 3% sobre la cantidad que no se haya ejecutado de la obra.
Hasta ese momento se había ejecutado de un contrato de 711.000 euros sin IVA, un total de 190.000 euros. Para calcular el importe de la indemnización se debe partir de los 521.000 euros (sin impuestos) de la obra que no se había ejecutado.
Preocupación Grem
Por su parte, el Grupo de Rescate Espeleológico y de Montaña (GREM) ha expresado su preocupación con respecto al espacio que ocupan en Villafría ante la redacción de un nuevo proyecto para la perrera, del que todavía se desconocen los detalles. El temor está latente, ya que con el anterior también se plantearon estas mismas dudas.
El Grem tiene su sede en Villafría, en unas instalaciones cedidas por el Ayuntamiento de Burgos desde el año 1999. Tienen espacios enfrente de la perrera y han venido compartiendo cheniles para alojar a los perros de la asociación con los que trabajan en el rescate de personas desaparecidas.
La próxima semana tendrán una reunión con el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, donde le comunicarán sus miedos y donde podrán conocer el alcance del nuevo proyecto.
A este respecto, el edil popular asegura que la relación con el grupo es buena y señala que «tratarán de ayudar al Grem en la medida de lo posible». Niño reconoce que la obligación del Ayuntamiento de Burgos es para con la perrera, que necesita desde hace años modernizar las instalaciones por su avanzado deterioro.