El suelo industrial de Burgos se agota. Sólo queda libre el 10%
A ello hay que sumar 199,4 hectáreas en urbanización, la mayoría del Parque Tecnológico, y 133,5 suelo clasificado en Villafría y Monte de la Abadesa. «El desarrollo urbanístico es muy largo y la ciudad debe anticiparse»

Imagen de parcelas libres en el polígono industrial de Villalonquéjar.
La ciudad de Burgos es la capital industrial de Castilla y León. Es la segunda provincia del país en metros cuadrados por habitante (algo más de 102 metros cuadrados por vecino) y 20.500 puestos de trabajo vinculados al sector industrial. Una potencia cuyo desarrollo arrancó a mediados del siglo pasado pero que no quiere volver a vivir los momentos de hace 30 años cuando la ciudad prácticamente agotó su espacio para instalar nuevas industrias. «Tenemos que ver la necesidad futura de suelo industrial, en los años 90 Burgos no tuvo suelo y sin ello se pierden oportunidades de empleo, es algo que no nos podemos permitir», señala la secretaria general de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos, FAE, Emiliana Molero.
La radiografía que realizaba el informe ‘La industria en el área urbana de Burgos’ de la Fundación Caja de Burgos de la mano del profesor de la Universidad de Burgos, Gonzalo Andrés, establecía que en la capital hay 1.422 hectáreas de suelo industrial urbanizado y listo donde el 10% son parcelas libres. Es decir, 146,2 hectáreas podrían utilizarse para ubicar nuevas iniciativas empresariales. En esto espacios hay 381,3 hectáreas destinadas a infraestructuras viarias y 895,3 hectáreas ya se realizan actividades económicas y fabriles.
Calcula Molero que apenas quedan el 30% de las parcelas de Villalonquéjar están libres «hay una grande reservada por si surge el interés de una gran industria, pero el resto son naves nido y pequeñas parcelas con lo que hay que anticiparse». Una solicitud que ya se realizaba en la anterior legislatura y que implica una modificación del Plan General de Ordenación Urbana, realizado en 2014. Se debe planificar esa modificación, solicitar autorizaciones, alegaciones, autorización ambiental y ejecutar la transformación de estos espacios en parcelas atractivas y espacios útiles y con los servicios que necesita una industria del siglo XXI.
«Es un proceso burocrático que, aunque se tramite de urgencia, te puede llevar 10 años con suerte y, pueden surgir complicaciones como ha pasado con el Parque Tecnológico que arrancó en el 2000 y llegamos a 2025 sin estar disponible», sostiene. Por ello, la portavoz de los empresarios burgaleses cree que «hay que anticiparse y el Ayuntamiento debiera pensar en planificar ese futuro industrial, me consta que en ello están, porque sino todo lo que se va a hacer en promoción industrial no tendría sentido si luego no hay suelo industrial disponible».
El informe de Fundación Caja de Burgos determina, como explican desde FAE, que «el suelo industrial disponible está prácticamente agotado (...) y la capacidad de la ciudad para acoger nuevos proyectos industriales de envergadura está seriamente comprometida a corto y medio plazo». La modificación ya en marcha del antiguo Centro de Actividades Económicas, CAE, es una de las opciones más realistas de disponer de 316 hectáreas de suelo industrial que buscan dividir en cuatro grandes parcelas de 100.000 metros cuadrados. Las que interesan para la implantación de una gran planta de producción.
También cuentan con espacio de desarrollo el polígono industrial de Monte de la Abadesa donde hay 42 hectáreas ocupadas, tiene 16 de suelo industrial urbanizado libre. Cuentan con 120 hectáreas en urbanización y 23,5 de suelo clasificado. «Es otra de las zonas con una posible bolsa de suelo pero su desarrollo lleva muchos años y no todos los terrenos son municipales», explica. El Parque Tecnológico siendo «una necesidad», son 128 hectáreas que «no están pensadas para una gran industria manufacturera, son espacios para empresas tecnológicas no productivas», puntualiza Emiliana Molero.
De las ocho áreas y polígonos industriales activos dos están llenos. Es el complejo en la Barriada San Juan Bautista de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (5,13 hectáreas) y el área industrial de Villayuda (1,79 hectáreas). En Villalonquéjar están ocupadas 512,66 ha en parcelas, quedan poco mas de 72 hectáreas libres y 11,8 de suelo industrial clasificado. El de Gamonal cuenta con toda su superficie urbanizada de la que el 76,6% está ocupada (271 ha), y el 4,7% disponible para nuevos negocios (16,7 ha).
El Área Industrial de Castañares también cuenta con 3,9 hectáreas disponibles de suelo industrial urbanizado y 20,35 ocupadas. No tiene pendiente ningún desarrollo de nuevo suelo. El Área Industrial de Villafría también es un espacio que cuenta con cerca de un 40% de su suelo sin desarrollar. El 28,5% de su superficie está ocupada y quedan 16 ha de parcelas libres, casi el 10% de su superficie. Por desarrollar quedan 27,5 ha en urbanización y 63,9 ha de suelo industrial clasificado. Más de la mitad de su superficie total.