Para Gustos. Culto a la creatividad, para llevar
La joven cocinera Sara Ordóñez apostó por dar rienda suelta a su talento en plena pandemia. Y ganó. Hoy sueña con ampliar su negocio de catering, pensado para celebrar

Sara Ordóñez posa sonriente en el mostrador de su negocio con unos ‘cupcakes’ recién hechos y una tarta de muestra.
Estudió Sara Ordóñez casi todo lo que ofrece la Escuela de Hostelería y Turismo de Burgos ‘La Flora’ para dominar el sector en el que destaca. Sin embargo, la asignatura de lanzarse a emprender en plena pandemia no formaba parte del temario oficial. Eso lo aprendió sobre la marcha. Las ganas por dar rienda suelta a su talento por su cuenta vencieron a la incertidumbre postconfinamiento.
Superó aquel examen con nota. Su paso por Madrid Fusión el año pasado y más recientemente por Fitur, tras recibir el premio al Mejor Proyecto Educativo de Formación Profesional Ciudad de Burgos, lo acreditan y la convierten en un referente (tal como lo subrayó el jurado del mencionado galardón) para el alumnado del centro en el que se forjó como cocinera.
Normal que sonría cuando eleva la verja de su negocio, enclavado en el centro comercial Camino de la Plata. A este espacio de hecho le debe la existencia el catering Para Gustos, pues en él instalaba Ordóñez su sueño tras ganar un concurso de ideas que, como recompensa, otorgaba un local acondicionado para desplegar la iniciativa más interesante. Resultó ser la suya. Su buena mano como repostera, el boca a boca y una intensa difusión en redes sociales, a la que obligan los nuevos tiempos, han contribuido a consolidar aquella apuesta. Tanto, que su impulsora ya sueña con crecer.
Mientras llega ese día, Ordóñez se afana por materializar en la vida de quien reclama su servicio la máxima del chef estadounidense Edwuard Lee que preside su web: «Los postres son como una canción que te hace sentir bien y los mejores incluso te hacen bailar». Y a música suena desde luego su carta, pensada para hacer de cada fiesta «un éxito».
Comenzó por las tartas, que permanecen como bandera. «En los comienzos solo me pedían pequeñas, de seis raciones», rememora. Las restricciones de movimiento y reunión entonces en vigor marcaban las celebraciones, íntimas por ley.
Se levantó la veda y la demanda comenzó a aumentar, los pasteles ‘crecían’ y la joven burgalesa supo que era el momento de añadir otros sabores a su propuesta: «Sentía que necesitaba algo más y me pregunté, ¿qué necesita una mesa en un evento? Tengo experiencia también en salado porque he trabajado mucho tiempo en cocinas así que no dudé en incorporarlo».
Aparecían en escena, pues, las empanadillas, los sandwiches, las tortillas y las empanadas. También las croquetas de bacalao, jamón o pollo, con las que incluso ha llegado a configurar tartas, quizá la petición más singular que ha recibido.
Completaban estos platos el universo Para Gustos, salpicado de cookies, cupcakes, bizcochos, rocas o pastas de té, en el que, no obstante, la tarta reina, más aún con decoración personalizada. Y es ahí donde la creatividad de Ordóñez (que le ha valido la fama que hace que hoy su agenda luzca abarrotada con diez días de antelación) se despliega. Y sube la exigencia.
«Es muy complejo. Las posibilidades son infinitas y hay que acordar el diseño con el cliente, que muchas veces no sabe lo que quiere o aspira a algo que, de hacerlo, sería carísimo, porque el coste depende de las horas de trabajo que me lleve», comenta, para insistir en la formación continua que esta profesión requiere.
Pese a su dilatada experiencia el miedo aún asoma con cada pedido. Domina ya los básicos como unicornios, Patrulla Canina, princesas o Mickey Mouse, pero el deseo de «hacer bailar» a los protagonistas de la celebración, sea cumpleaños, boda, bautizo, comunión o ‘sanqueremos’, dispara la tensión cuando el motivo es un concepto abstracto o se demanda una recreación exacta de un objeto. Cada trabajo es, pues, una pequeña obra de arte para llevar, a la que la repostera se entrega durante horas.
Y de fondo, el sabor. Los niños se pirran por los tradicionales chocolate, nata o fresa, y los más talluditos invierten en la nata y la crema como valor seguro. «El queso también se pide mucho, por ejemplo con frutos rojos», uno de los tantos ‘toppings’ posibles. Los más atrevidos se lanzan a la fruta de la pasión, con un «toque acidillo» que combina a la perfección con el dulzor del resto de ingredientes. «Esto es para gustos», apunta divertida la repostera, en referencia al espíritu que, más allá de dar nombre, impregna su propuesta.
En detalle
WEB: www.paragustos.es
TELÉFONO: 662 16 19 60
CORREO ELECTRÓNICO: info@paragustos.es
CIERRE: Domingo, sábado por la tarde y lunes por la mañana.
ENCARGOS: Presencial, telefónicos, vía correo electrónico o por redes sociales, con al menos diez días de antelación.
OTROS SERVICIOS: Además de su extensa carta de tartas y productos salados para eventos, Sara Ordóñez organiza cumpleaños infantiles, talleres y cursos formativos de pastelería tradicional, decoración de galletas o de cupcakes.