Así fue la lección magistral del famoso cómico David Amor en un colegio de Burgos
El actor gallego charlaba con (todos) los alumnos del Fernando de Rojas, a cuyas preguntas respondió sin tapujos. Abordó en particular el tema del ‘bullying’ y encandiló a escolares y docentes con su gracia y sus mensajes en defensa del deporte y del esfuerzo

David Amor, durante su encuentro con el alumnado de cuarto de Primaria del Fernando de Rojas.
Cual torero de relumbrón empeñado en encerrarse con media docena de miuras en la plaza para evidenciar su valía, el actor y cómico gallego David Amor se atrincheraba toda la mañana -pero toda, toda- en el salón de actos del CEIP Fernando de Rojas con todos -pero todos, todos- sus alumnos. Por allí desfilaron los grupos desde Infantil hasta sexto y sus integrantes dispararon sin piedad preguntas de todo tipo a un artista invitado que al cierre de su singular jornada mantenía la sonrisa intacta.
Cada cita arrancaba con una ronda de cuestiones lanzadas por los elegidos que, a modo de periodistas radiofónicos, abrían la ronda desde el mismo escenario y ahondaban en la trayectoria, los gustos o los anhelos del profesor Amor, que lo mismo se marcaba un duelo de chistes, que recorría su exitosa carrera como jugador de balonmano -lo que explica, afirmaba, el tamaño de sus manos- o se ponía serio para, como quien no quiere la cosa, lanzar mensajes de calado al menudo auditorio.
La idea, de hecho, era aprovechar el ambiente distendido para hablar sin tapujos sobre el bullying. Lo consiguió en gran medida, salpicado el discurso, eso sí, por anécdotas de todo tipo para mantener la atención de los menores, que jalearon su devoción por el Athletic Club o los espaguetis y alucinaron cuando aseguró que solo le falta practicar algún deporte peculiar como el curling o el lacrosse, porque los demás los ha probado todos.
En silencio arropaban al monologuista cuando al hilo, o no, de lo preguntado, compartía reflexiones vitales sobre la necesidad de estrechar lazos y protegerse o la importancia de perseguir los sueños: «Luchad por lo que os apasiona, pero tenéis que ser consecuentes y asumir que habrá que trabajar duro y esforzarse para conseguirlo». Con idéntico ímpetu, el de Pontevedra habló de su concepto de felicidad y derrumbó sin miramientos mitos actuales que abogan por el dinero como único camino para lograrla. «Esos ‘youtubers’ que se van a Andorra son unos desgraciados», opinó, disparando la curiosidad del respetable. «Están encerrados, lejos de sus familias y se aprovechan de gente pequeña que los sigue solo para ganar más y más dinero. Pero puedes tener mucho y ser pobre. Es importante, claro, para vivir, pero hay más cosas, no puede ser la meta», explicaba para, en respuesta a la última pregunta de la sesión, confirmar que, aunque no tiene millones, se siente «millonario» porque vive en su tierra, hace lo que le gusta y muchos días no tiene que madrugar, lo que desató las carcajadas de los presentes, y la envidia.

Una selección de alumnos de cada grupo rompían el hielo a modo de periodistas radiofónicos. En cuarto de Primaria, les tocó a Enzo, Ängel, Jesús y Ana.
Pero, ¿qué pinta este modelo, actor de series como Gym Tony, concursante de Tu cara me suena, colaborador de Zapeando, jugador de Asobal y subcampeón del mundo en categoría junior de balonmano echando la mañana en el Fernando de Rojas? «La culpa es de Esther (Peña)», responde, en referencia a la directora del centro, empeñada en celebrar este encuentro desde que se conocieron en Vilaboa en junio de 2024, cuando acudió a recoger un reconocimiento del Ministerio del Interior por la colaboración del colegio Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar. Él había participado en un corto elaborado por el CEIP local Do Toural y en aquel contexto ella supo que de manera altruista visita centros educativos, sobre todo institutos, para concienciar contra el acoso de manera distendida.
Cazó al vuelo la ocasión y su gesto celebraba el resultado. Estaba encantada con la magia que se había creado en el salón de actos y la "huella que va a permanecer" tras esta experiencia.
El artífice de aquello ha convertido estos ‘bolos’ en su aportación solidaria al mundo, con la que, de paso, reivindica el papel de los docentes, «un colectivo olvidado pese a lo relevante de su trabajo». Defiende también a su público, a los que despoja de los sambenitos históricos que acompañan a los «niños y jóvenes de hoy en día» desde hace siglos, «cuando no tienen culpa de nada». «A los chavales hay que escucharles y hablarles claro y yo vengo a tratar asuntos importantes de una forma distinta, porque igual sus profesores no pueden en el día a día, y a lanzar mensajes que contrarresten otros muy negativos que reciben continuamente por otros lados», indica, «muy satisfecho» de las interacciones que logra. «Al final coincido con los educadores en la intención de darles herramientas para que sean adultos funcionales», añade, antes de, convencido, volver a salir al ruedo. Toda una lección del profesor Amor.

Amor respondió a decenas de preguntas durante toda la mañana. La directora del centro, Esther Peña, destacaba la "huella que va a permanecer" tras esta experiencia.