La UBU marca su hoja de ruta para ser una Universidad de cuarta generación

Han pasado 31 años y cuatro rectores para decretar oficialmente que la Universidad de Burgos «ha pasado la adolescencia en los últimos nueve años y se ha convertido en adulta, compitiendo, sin complejos, con las mejores nacionales e internacionales». Es más, este despertar a la madurez llega acompañado de un objetivo claro, que no es otro que afianzar su transformación en un campus de cuarta generación «que se centre en las necesidades de su entorno, estimulando la innovación y el desarrollo social y siendo capaz de generar y retener talento», con la mirada puesta en el horizonte de «una universidad europea del siglo XXI».

El el bagaje de méritos de la UBU en este tránsito a la madurez, el nuevo rector de la institución docente, Jose Miguel Pérez, incluye la evolución positiva de la matriculación, que ha alcanzado una cifra récord al superar las 10.000 inscripciones, de las cuales 9.100 corresponden a titulaciones oficiales. Este crecimiento supone un incremento superior al 30% en los últimos cuatro años, con un dato significativo: el 57% del alumnado de nuevo ingreso procede de fuera de la provincia de Burgos. A esta tendencia ascendente se suma la reciente ampliación de la oferta académica con la incorporación de los grados en Matemática Aplicada y Computación y en Medicina, reforzando la apuesta por programas alineados con la demanda actual del mercado y las necesidades del entorno.

En el ámbito financiero, José Miguel García ha recordado que, pese a que el presupuesto de la Universidad ha crecido un 53% en los últimos ocho años, alcanzando los 86,2 millones de euros en 2024, el desarrollo de la UBU sigue condicionado por una financiación insuficiente porque, siguiendo la argumentación de sus predecesores, el campus burgalés, está infrafinanciado y, para más inri, carece de recursos suficientes dentro de un sistema nacional al que se dedica un 32% menos del PIB de lo que ocurre en la media europea». Por el lado positivo García pone de manifiesto que ante la escasez de recursos cabe resaltar la eficiencia del modelo universitario español y, en particular, de la propia Universidad de Burgos.

comprometida

El rector marcó, en el transcurso de la sesión claustral de la Universidad de Burgos, que la consolidación de la UBU como un referente en la transformación social «para mejorar la vida de las personas» es la meta que persigue en su mandato, apostando por un modelo formativo adaptado a las exigencias del entorno y una mayor integración con el tejido industrial, en un esfuerzo por contribuir al desarrollo económico.

A nivel interno, se avanza en la estabilización de la plantilla docente, la optimización de los servicios administrativos, técnicos y de gestión, así como en la eliminación de trabas burocráticas. En esta línea, ya se ha implementado el Reglamento de uso de los sistemas de información de la Universidad de Burgos, adaptado al Esquema Nacional de Seguridad. Además, García ha anunciado la próxima convocatoria de elecciones del órgano, cumpliendo con la renovación de los miembros electos prevista para este año.

Retos y propuestas del Claustro

La Comisión de Política Universitaria ha planteado diversas iniciativas con el objetivo de reforzar la posición de la UBU. Entre ellas, se ha propuesto mejorar la visibilidad de la actividad de los distintos servicios y unidades, avanzar en la acreditación institucional y adaptar la normativa a la LOSU. También se ha puesto el foco en potenciar la internacionalización, la inclusión y la colaboración con el sector empresarial, además de reforzar las políticas de sostenibilidad y transparencia. En el ámbito académico, se ha planteado la necesidad de analizar en profundidad las modalidades de acceso del estudiantado y los factores que inciden en el abandono de los estudios.

En cuanto a la actividad de la Defensora Universitaria, el informe presentado ha reflejado que, en el curso 2023/2024, se admitieron a trámite 118 solicitudes, de las cuales el 69% fueron presentadas por estudiantes. ‘Evaluación y calificaciones’ y ‘Organización académica’ han sido los asuntos más recurrentes, concentrando más de la mitad de las intervenciones.

El Claustro, espacio de representación y toma de decisiones

El Claustro de la Universidad de Burgos, máximo órgano representativo de la comunidad universitaria, celebra su sesión anual para analizar las líneas estratégicas de la institución y la labor de la Defensora Universitaria. Entre sus funciones se encuentra la formulación de propuestas para la mejora del funcionamiento de la Universidad, con la participación de cien miembros electos, elegidos cada cuatro años por la comunidad universitaria.

Consolidada en el panorama académico nacional y con una estructura en continuo desarrollo, la Universidad de Burgos avanza en su aspiración de convertirse en una institución de cuarta generación, adaptada a las necesidades de su entorno y a los desafíos de la educación superior en Europa