Cuatro estudiantes de la UBU, sextos en el Concurso Nacional de Puentes
El equipo diseñó y construyó en cinco horas una maqueta estructural tras meses de preparación en el laboratorio, aplicando conocimientos técnicos en una prueba real ante universidades de toda España
El grupo burgalés, integrado por Mar Lalinde, Héctor Muñoz, Marco Usón y Asier Marín, posan con su trabajo y Miguel Ángel Vicente Cabrera, catedrático de puentes de la Escuela Politécnica.
Un equipo formado por cuatro estudiantes de la Universidad de Burgos ha conseguido el sexto puesto en la segunda edición del Concurso Nacional de Puentes Agustín de Betancourt, celebrado en la Universidad Politécnica de Cartagena con la participación de representantes de trece universidades de toda España.
El grupo burgalés, integrado por Mar Lalinde, Héctor Muñoz, Marco Usón y Asier Marín, cursa el Grado en Ingeniería Civil y el Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y lograron su sexto puesto con su propuesta, que planteaba un puente arco abatido con un sistema de atirantado para recoger las cargas en la zona centro-luz y que además combinaba la eficiencia estructural con un diseño atractivo.
Durante el certamen, los equipos dispusieron de un máximo de cinco horas para construir sus maquetas, utilizando un kit común que incluía herramientas, listones de madera y cables de acero. Las estructuras fueron sometidas al día siguiente a una prueba de carga hasta su rotura, determinando así la clasificación final.
Miguel Ángel Vicente Cabrera, catedrático de puentes en la Escuela Politécnica Superior de la UBU, destacó el resultado alcanzado por el equipo burgalés, que calificó como "una posición bastante honrosa", teniendo en cuenta que era la primera vez que la Universidad de Burgos participaba y competía frente a otras universidades con mayor experiencia.
El profesor explicó que “había unas condiciones geométricas y el resto era capacidad creativa y técnica de los diferentes grupos”, además de una presentación técnica en la que los estudiantes debían exponer “la solución, y cuáles eran un poco las bases científicas y técnicas que había por detrás de la solución que habían elegido”.
Los equipos dispusieron de un máximo de cinco horas para construir sus maquetas, utilizando un kit común que incluía herramientas, listones de madera y cables de acero.
Durante los meses previos, los estudiantes prepararon la competición en el Laboratorio de Grandes Estructuras de Obra Civil de la UBU, con el apoyo del técnico Antonio Fernández. Allí llevaron a cabo diversos ensayos de carga con el objetivo de perfeccionar su diseño.
Esta experiencia no solo ha permitido a los participantes aplicar los conocimientos adquiridos durante su formación, sino que también refuerza la proyección de la Universidad de Burgos en el ámbito de la ingeniería civil a nivel nacional.