La procesión de la Borriquilla, suspendida por la lluvia al poco de salir de la Catedral
A escasos metros del recorrido, las cofradías y hermandades tuvieron que dar media vuelta para proteger el paso de las precipitaciones. Decenas de fieles se agolparon posteriormente frente a San Lorenzo para acompañar el paso de la Borriquilla en su entrada en la iglesia

La borriquilla regresa desde la catedral a la parroquia de San Lorenzo tras suspenderse la procesión.
Al final no ha podido ser. La procesión de Jesús en la Borriquilla se ha visto interrumpida, poco después de salir de la Catedral de Burgos, debido a la lluvia. En principio, parecía que el recorrido podría llevarse a cabo porque las precipitaciones no eran demasiado intensas, pero no ha quedado más remedio que dar media vuelta y regresar a la Seo.
La celebración, enmarcada en el Domingo de Ramos, arrancó sin mayor problema a las 9:45 horas con la bendición de palmas y ramos por parte del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, en la iglesia de San Lorenzo. A continuación, se procedió al traslado del paso hasta la Catedral, en cuyo altar mayor se celebraba una misa que ha contado con la participación de la Escolanía Pueri Cantores.
Había esperanza de poder procesionar, desde la plaza de Santa María hasta San Lorenzo, pese a la amenaza de lluvia. Sin embargo, la meteorología ha vuelto a jugar una mala pasada a las hermandades y cofradías de la ciudad. Tras comprobar que las precipitaciones, lejos de remitir, arreciaban, el recorrido se suspendía a los pocos metros de su arranque.
Expectación en el regreso del paso
Posteriormente, tras la celebración del acto religioso en el interior de la Catedral, la meteorología dio una tregua y permitió el regreso del paso de la Borriquilla hasta su parroquia casi como de la procesión original se tratase.
Decenas de fieles esperaban a la puerta de la iglesia de San Lorenzo el regreso de la comitiva y acompañaron la maniobra para que el paso entrase en el templo como si hubiera completado el recorrido previsto. Con los sones de la banda de cornetas y tambores de la Cofradía de la Coronación de Espinas y de Cristo Rey, con algunas cruces parroquiales aún envueltas en plástico para protegerlas de la lluvia y mucho público con ramos y palmas, la Borriquilla regresó a la iglesia de San Lorenzo, de donde había partido para la celebración en la Catedral.
Posteriormente el tiempo se calmó por completo y la tarde despejó la amenaza de lluvia por lo que la procesión del Cristo de las Gotas mantiene el horario previsto.