Villalonquéjar quiere atraer a su comunidad energética a los pueblos y barrios próximos

La comunidad energética Villalonquéjar Sostenible, impulsada por la agrupación de empresarios del polígono (AEPV), la Fundación Caja de Burgos, el Instituto Tecnológico de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos, quiere sumar al proyecto a los pueblos del entorno. Recién constituida legalmente, la entidad avanza hacia su puesta en marcha efectiva a la espera de la resolución de una convocatoria de subvenciones que podría aportar hasta 1,4 millones que servirían de acicate.

Mientras, los responsables de la iniciativa se afanan por presentar la idea e incrementar el número de participantes que, además de firmas grandes y pequeñas, pueden ser ayuntamientos cercanos como Quintanadueñas o barrios como Villalonquéjar, Villagonzalo Arenas o Villatoro, "pues se beneficiaría del exceso de energía, especialmente durante los fines de semana" que es cuando la demanda industrial baja y la de los núcleos citados se incrementa, según explicaba el responsable del proyecto 'Polígono Circular' de la AEPV, José Juan Martínez.

Detallaba, además, que se va a generar el primer megavatio de potencia a través de placas solares en dos naves de titularidad municipal cedidas para la ocasión. Con todo, el objetivo es alcanzar los cuatro megavatios, añadir baterías para almacenar 840 kilovatios y poder consumir la energía fotovoltaica por la noche e incorporar cuatro puntos de carga rápida para vehículos eléctricos. 

Martínez estima que en junio conocerán la ayuda que les corresponde para cerrar el plan económico y cerrar la implicación de las empresas que han mostrado su interés y detallar las condiciones particulares de su adhesión. "Este proyecto es un claro ejemplo de colaboración", destacaba, convencido además que tras estos primeros pasos llegarán otros que permitan ampliar la iniciativa y, "por qué no, extenderla a otros tipos de energías renovables".

Como paradigma del apoyo que las empresas precisan para una transición energética que, de paso, les permita ganar efectividad, la comunidad citada es una de las líneas de actuación más relevantes de la Oficina de Economía Circular (OEC) de la Fundación Caja de Burgos y la AEPV. Y, como tal, los avances registrados destacaban en el balance de actividad de su primer año de funcionamiento. Pero hay más.

En suma, 317 personas de 158 empresas han participado en los eventos promovidos por la OEC, distribuidos en distintas grandes áreas de trabajo, desde la organización de jornadas y sesiones técnicas centradas en temáticas clave de especial interés para los empresarios -más aún para las pymes que en muchas ocasiones carecen de recursos para asimilar los cambios normativos con celeridad-, como "el tratamiento de residuos industriales o la responsabilidad ampliada de los productores sobre estos", precisó Martínez, hasta la implantación de medios como los citados para favorecer la eficiencia energética y la descarbonización, pasando por el diagnóstico personalizado, la creación de grupos de trabajo sectoriales, el fomento de la movilidad sostenible o la valorización de residuos a través de la plataforma Recircular, un "marketplace que favorece la reutilización de materiales y el aprovechamiento de subproductos industriales entre empresas".

La coordinadora de la OEC, Laura Ortega, explicó que apuestan también por comunicar casos de éxito y propuestas innovadoras que se llevan a cabo en Burgos "y pueden ser ejemplarizantes y servir de inspiración". 

"Hemos trabajado con el grupo de plásticos, formado por distintas fábricas de inyección, y se han promovido actuaciones conjuntas, tales como las compras agrupadas de materias primas y recambios de equipos y maquinaria, la elaboración de un acuerdo de confidencialidad para poder trabajar de la mano y la formación técnica específica. Con empresas del sector lácteo, por su parte, la colaboración se ha centrado en estudiar propuestas para valorizar algunos de los subproductos que generan, como el suero. También el sector del papel y el cartón ha comenzado a trabajar para identificar posibles sinergias", enumeraba Ortega, a modo de catálogo de prácticas fructíferas de la entidad en apenas un año de trabajo con el reto de "caminar hacia un modelo económico más sostenible como factor de competitividad".

"Apostar por la sostenibilidad no solo es una opción responsable, sino también estratégica que les puede conducir al éxito a medio y largo plazo", subrayaba la coordinadora de la OEC. En materia de asesoramiento, tres pymes se sometían a una evaluación para trazar un plan de mejora vinculado a la economía circular. Además, "se ha difundido información sobre ayudas y subvenciones a más de 750 contactos".