Agrede a una doctora en Burgos mientras esperaba en la sala de Urgencias
La detenida, que se quejaba de los tiempos de espera y exigía que le atendiese un médico en concreto, mostró una actitud amenazante mientras grababa la situación con su teléfono móvil

La Policía Nacional detuvo en 2020 a un hombre por tráfico de drogas que pasará tres años en prisión.
La Policía Nacional arrestó recientemente a una mujer por agredir a una profesional sanitaria en el servicio de Urgencias de un hospital de Burgos. La detenida, según consta en el atestado, se personó a primera hora de la tarde para ser atendida por unos dolores abdominales. Al cabo de un rato, empezó a quejarse de los tiempos de espera mientras exigía ser atendida por un médico en concreto. A partir de ahí, montó en cólera hasta el punto de ejercer la violencia.
Según fuentes policiales, cuando se le informó de que no era posible que fuese atendida por el médico que ella quería, la mujer continuó vociferando y protestando de forma airada, en actitud amenazante, al tiempo que grababa la situación con su teléfono móvil. Según los sanitarios que avisaron a la Policía, finalmente agredió a la doctora que estaba intentando explicarle el protocolo de atención del propio hospital, propinándole un fuerte manotazo en el pecho.
Tras recibir el aviso, dos dotaciones uniformadas acudieron al lugar, procediendo a la detención de esta persona y su traslado a dependencias policiales. Acto seguido, fue custodiada hasta otro centro de salud para ser atendida.
La Policía Nacional recuerda que el Código Penal contempla como delito de atentado «cualquier agresión física o intimidación grave cometida contra el personal sanitario o docente», persiguiendo por lo tanto las conductas violentas contra dichos profesionales «cuando se hallen en el ejercicio de las funciones propias de sus cargos o con ocasión de ellas».
Para este tipo de actos, la ley contempla penas de prisión de entre seis meses y tres años que pueden agravarse en supuestos en que se haga uso de armas u objetos peligrosos. También cuando «el acto de violencia ejecutado resulte potencialmente peligroso para la vida de las personas o pueda causar lesiones graves».