Gatuña cumple 25 años de disfrute e interés científico
La agrupación micológica local celebra un cuarto de siglo "en buena forma" y su portavoz, Javier Carlón, repasa los hitos de una trayectoria con la pasión por la naturaleza como motor. Inaugura una muestra para festejar su aniversario y será anfitriona de un encuentro regional

Hasta el 11 de mayo una muestra recorre la historia de Gatuña y acerca los ejemplares que atesoran en su sede.
En "muy buena forma" llega la Asociación Micológica Gatuña a los 25, como debe ser. Así lo asevera su portavoz, Javier Carlón, tras precisar que en este tiempo ha habido altos y bajos. La vida misma. Lo llamativo es que una agrupación tan específica mantenga su actividad de manera ininterrumpida durante un cuarto de siglo, ni más ni menos. Y, claro, hay que celebrarlo.
A ello procederán esta misma semana, tras inaugurar la muestra conmemorativa que hasta el domingo permite asomarse en la sala de exposiciones del Teatro Principal a la historia de este colectivo con solera, cimentada en gran medida lunes a lunes. Porque ese día es el que cada semana abren las puertas de su sede, ubicada en el número 13 de la calle Melchor Prieto, para atender las dudas de los burgaleses sobre la materia de 20 a 22 horas.
A esta labor social y divulgativa personalizada, suman la general, en forma de paseos programados, talleres en centros cívicos, bibliotecas o colegios en colaboración con distintas entidades como el Aula de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos o UBU Verde. Cuenta además Gatuña con el respaldo firme del Ayuntamiento, que financia la colección Cuaderno de Hongos de la ciudad, que en sus ocho números recoge 395 de las más de 400 especies que hay en el término municipal.
Tiene hoy la agrupación más que definido su lugar y su papel, lejos de lo que ocurría en los inicios, "cuando estábamos un poco indecisos", reconoce Carlón, integrante desde la fundación. Contar con una sede estable los ubicó en todos los sentidos y les permitía enfocarse en lo importante: contagiar su pasión y, de paso, despertar el respeto por el medio ambiente.

Cada especie representada se acompaña de la información técnica correspondiente.
Porque es la pasión por la naturaleza el denominador común de los asociados actuales -medio centenar- y pasados, seguramente también de los futuros. "Compartimos esa atención especial al entorno, pero los intereses son dispares", subraya el representante, biólogo de formación, para recordar que la agrupación nacía bajo el auspicio del Colegio Oficial de Farmacéuticos, por lo que en origen "muchas personas llegaron por ese camino". Con el tiempo la vía de entrada se diversificó y a la vocación científica y el afán por descubrir lo desconocido hasta la fecha, que aún tiene gran peso, se sumaba el mero amor por el campo.
A la larga vida de Gatuña contribuía "sin lugar a dudas" la tierra que la vio nacer, especialmente rica en setas y hongos. "Burgos es un lujo, como provincia, pero también como ciudad", subraya Carlón, para regresar a la abundancia de ejemplares 'fichados' solo en el municipio, en sus parques y en el Cinturón Verde, reunidas en la publicación impulsada por el Ayuntamiento.
A este legado se suman otros hitos, de entre los que destaca el hallazgo en el área periurbana de Burgos hace una década de una especie "muy poco conocida y nunca citada hasta entonces en Castilla y León". Se trataba de la 'Paralepistopsis amoenolens', que pese a ser tóxica se puede confundir con facilidad con la seta de brezo o la de cardo. Su actuación resultaba crucial. Lograban llamar a la prudencia y, dada su relevancia, aquel descubrimiento se hizo un hueco en el boletín micológico de la Federación de Asociaciones Micológicas de Castilla y León (Famcal). Precisamente esta agrupación regional se dará cita este sábado en Burgos, en el marco de las citas programadas con motivo del aniversario de la que será su anfitriona.
Fue la publicación mencionada, junto a la puesta en marcha de la sede, otro hito en la historia de Gatuña, llamada así, por cierto, a causa de un debate vivo en la época de su nacimiento sobre la seta así llamada. "En cada pueblo se referían así a una seta distinta y en algunos casos ni sabíamos a qué se referían, mientras que nosotros teníamos claro que es una forma de la seta de cardo", precisa Carlón, consciente del toque incluso provocador de la elección.

Dibujos del artista Eduardo Sánchez aderezan la exposición en la sala del Teatro Principal.
Vivían así, a sus 15 años, casi un "punto de inflexión", sostiene, pues la repercusión que tuvo el descubrimiento en cuestión "daba fuerzas a los integrantes de entonces para buscar apoyos y asentar las colaboraciones" con las que se abrían al conjunto de la sociedad.
Además de en el corazón y en la memoria, los socios de Gatuña atesoran los frutos de su trayectoria en una 'micoteca', donde las muestras disecadas de distintos ejemplares les facilitan las labores de análisis, con análisis de ADN incluidos si es menester, durante todo el año, a la par que la naturaleza hace de las suyas y les brinda regalos sin cesar. Porque todas las épocas del año son propicias para los devotos de este universo: "En invierno hay 'Cantharellus' o angulas de monte, por ejemplo, los marzuelos irrumpen en marzo y a estas alturas ya lleva tiempo saliendo la seta de San Jorge o perrechico. Los rebozuelos aparecen en verano", enumera Carlón, que reconoce que en otoño se multiplican las opciones y conviene que, visto lo visto, "todos los días hay una excusa para salir al campo". "Es de lo que más disfrutamos, de ese paseo, sin ansiedad por llenar una cesta, simplemente respetando lo que hay, conociendo, haciendo fotografías", propósito tanto o más emocionante que llenar la despensa.
Sea como sea, Gatuña es nexo, es -y quiere seguir siendo- punto de encuentro para, sencillamente, compartir "afición e información". Momento ideal para reforzar tal fin se revela este aniversario, celebrado por todo lo alto con una muestra que, comisariada por el propio Javier Carlón, acerca ejemplares de especies de hongos conservados en la sede y ejemplares primaverales recién recolectadas, acompañadas todas con fotografías en fichas actualizadas.
Incluye también los carteles anunciadores de las respectivas jornadas micológicas -realizados por el artista Eduardo Sánchez- desde el otoño de 1999 hasta este año y dibujos de setas del mismo autor, recopilados de particulares para este evento, así como muestras de todas las publicaciones realizadas por la agrupación burgalesa.
Además, se exhibe bibliografía micológica de interés especial por su antigüedad o rareza y elementos curiosos, objetos relacionados con el mundo de los hongos. Una proyección audiovisual sobre las actividades desarrolladas en estos 25 años complementa la propuesta.
El origen
En origen, este órgano colegial puso a disposición su sede para las reuniones y se tramitaron los Estatutos para fundar la Asociación Micológica Burgalesa Gatuña "con el objetivo de promover el estudio y la conservación de los hongos, especialmente de la provincia de Burgos". Fueron 19 personas los socios fundadores y su primer presidente, Carlos Achiaga, al que seguiría el actual: Rafael López Revuelta.