Kike Herrero: El pintor de miniaturas burgalés que domina el arte del detalle
El artista burgalés Kike Herrero (@kike_berroller) es un referente de la pintura de miniaturas en la provincia. Este verano tomaba la decisión de dejar su trabajo principal para dedicarse a tiempo completo a enseñar este arte a niños y mayores y a crear 'minis' por encargo

Herrero posa con algunas de las miniaturas que ha pintado.
Alejandro sale con una miniatura de las Tortugas Ninja en la mano. Lo hace satisfecho con el resultado y sobre todo con ganas de pintar más. En solo tres horas ha podido aprender las nociones básicas de la pintura de miniaturas en uno de los talleres que el artista burgalés, Enrique Herrero- alias Kike Beroller-, imparte en la capital burgalesa. Y es que ese es el objetivo de este burgalés que en septiembre se lanzaba a la piscina dejando su trabajo y creando su propia academia. «Se trata de animar a otros a descubrir este arte que engancha desde el primer momento y de que quienes desean que las miniaturas de sus juegos de mesa estén personalizadas puedan hacerlo», explica.

Herrero trabaja en una miniatura en su estudio.
Amor a primera vista
«En aquel momento vivía de alquiler y mi compañero de piso tenían miniaturas de Warhammer que pintaba él mismo», recuerda. «Me llamó tanto la atención que al poco tiempo estaba comprando mis primeras ‘minis’ y mis primeros botes de pintura», señala. Aquella nueva afición empezó a ocupar horas y horas en el día de Kike, que decidió tomar algunos cursos para «mejorar la técnica».

Herrero trabaja en una miniatura en su estudio.
Formarse y practicar
Tras aquel curso, Kike ha hecho alguna formación más, pero la realidad es que todo lo que sale de sus pinceles es fruto de horas y horas de práctica. Por sus manos han pasado todo tipo de personajes: desde orcos, guerreros, figuras históricas, monstruos, etc. «No tengo una preferencia», asegura, al tiempo que señala que «pintar de todo te ayuda a ser más versátil».

Herrero trabaja en una miniatura en su estudio.
El proceso
En el ambiente, nada del otro mundo. Ni siquiera música. «Me gusta escuchar podcasts», señal. «Escucho de todo tipo y de muy diversas temáticas». Una voz o varias voces de fondo que generan esa sensación de compañía que no molesta.
Para pintar una miniatura el primer paso es prepararla lo mejor posible para eliminar las posibles imperfecciones. «En el caso de que sean de plástico es necesario quitarle rebabas y limpiarla si es de resina». Después es el momento de «tapar juntas y dejar la figura lista para pintar».

Herrero trabaja en una miniatura en su estudio.
Los momentos clave
A partir de ese momento, es hora de imprimar y empezar con los colores base. Poco a poco, Kike va incorporando color. Lo hace con pincel, no con aerógrafo, tal y como hacen muchos artistas del mundillo. «Prefiero el pincel porque siempre lo he hecho así y el aerógrafo lo utilizo de vez en cuando como una herramienta más», apunta.
Después se van incorporando luces y sombras. «En mi caso, pinto primero de forma tenue dónde quiero poner las luces y sombras y luego ya lo pinto de forma definitiva». De esta manera, «ves cómo le queda a la figura ese tipo de iluminación y si lo quieres cambiar». De esta manera, con una habilidad especial para dar detalles a una obra que cabe en una mano, Kike consigue que una figura sea una interpretación real a escala. ¿El material? Pintura acrílica y muchos pinceles.

Herrero trabaja en una miniatura en su estudio.
Sin miedo al fallo
«Muchos tienen miedo a equivocarse o a estropear la figura», pero para el artista es clave «quitarse el miedo a fallar o a cometer errores» porque «a lo largo de nuestra vida vamos a pintar muchas figuras y no pasa nada por ‘fastidiar’ una». De hecho, en ese proceso de fallar y de ensayo error puedes descubrir que haya ‘errores’ que no lo son tanto y que quedan muy bien en nuestra miniatura».

Una de las miniaturas que Herrero tiene en su estudio.
Una aventura con nombre propio
Así, desde septiembre imparte clases regulares en La Fragua, un espacio creativa del también artista Iván Sarnago. «Estoy muy contento con la acogida», apunta. Y es que la pintura de miniaturas es para todos los públicos. «El alumno más pequeño tiene 10 años y el mayor ya está jubilado», apunta.

Herrero trabaja en una miniatura en su estudio.
En todas partes
«Hay muchos juegos de mesa que llevan sus propias figuras y muchos jugadores quieren que estén personalizadas», asevera el artista, quien afirma que disfruta mucho de «todos los encargos que llegan». Y es que el arte está en todas partes y sin lugar a dudas en todos los tamaños. También en las ‘minis’.