El Correo de Burgos

DELINCUENCIA

Roban 5.400 metros de cobre en San Pedro con un coste de 45.200 euros

Su reposición cuesta un 18% más que todo el gasto de 2008 . El último robo, en Quintanadueñas, fue sólo dos días después de reponerlo

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Burgos

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M. M. / BurgosLas fiestas de San Pedro parecen haber sido días de especial ajetreo para los amigos de lo ajeno. Sólo en esas dos semanas el Ayuntamiento recibió cerca de una decena de partes de robo de cable de cobre en distintos puntos de la ciudad, lo que ha supuesto la desaparición de unos 5.400 metros de cable, cuya reposición costará unos 45.200 euros. Estas cifras suponen casi un 18% del coste que supuso para el Consistorio burgalés el pasado año 2008 reponer todo lo robado, gasto que rondó en 2008 los 8.000 euros.«El robo ha sido especialmente destacable durante estos días festivos, porque en estas dos semanas se ha sustraído más cable que en los seis meses que llevamos de 2009», comentó el concejal Santiago González, responsable del área de Servicios, Obras y Tráfico. De ésta dependen las reposiciones de lo roto o robado, en colaboración con la empresa concesionaria de la iluminación urbana, Urbalux, trabajos que ya han comenzado.Repuesto y vuelto a robarGonzález explicó que las zonas afectadas han sido sobre todo, la antigua carretera de Quintanadueñas y el cercano polígono de Villalonquéjar, los accesos al cementerio, la carretera de Fuentes Blancas y Fuente Prior, y algunos tramos del parque lineal de Río Vena. Algunas ‘puntos clásicos’ en el listado de escenario de esos robos, «sobre todo, la carretera de Quintanadueñas, en las proximidades de El Encuentro, donde como último percance, el lunes pasado repusimos el cable sustraído y en la noche del jueves volvieron a robar otros 300 metros de cable», dijo.El edil remarca que los trabajos de reposición han comenzado ya, siendo varias semanas las que se prevé que duren las reposiciones, «siempre y cuando nos den tiempo a ello», comentó el concejal. Por ello, éste no dudó en pedir la colaboración ciudadana, ya que a menudo los ladrones se visten con buzos de trabajo intentando pasar desapercibidos, lo que hace que la gente crea que son operarios de verdad.«Así que si tienen alguna duda, llamen a la policía y así confirmar que es la empresa o la brigada de verdad», añadió, «ya que el perjuicio es para todos, no sólo por el cobre sino por los problemas que acarrea en conexiones e infraestructuras», remarcó el edil.Sin embargo, desde el propio área se tomaron también iniciativas propias, como fue en 2007, verter hormigón sobre las tapas y losetas de las farolas y otras instalaciones, «lo que al menos dificultará el robo a los ladrones». González recordó que ese año, las recién colocadas farolas de la carretera hacia el Castillo fueron uno de los principales objetivos de los ladrones. Éstos no sólo se llevaron el cable sino que para ello, destrozaron las losetas de la instalación e incluso las tapas que tapan el cableado de las propias farolas.El desvío, víctima en 2008Un ejemplo claro de estos problemas fue el robo de 250 metros de cable en las infraestructuras del desvío ferroviario durante la misma noche previa a la inauguración del mismo, a mediados de diciembre de 2008. Sin embargo, éste no fue el primer robo sufrido por las líneas de alta velocidad burgalesas, pues Fomento confirmó que a lo largo del pasado verano de 2008, se habían producido antes del percance previo a la inauguración, al menos cuatro robos en diferentes tramos. A pesar de no haberse cifrado ni el número de metros robados ni el montante económico de pérdidas, esos sucesos bastaron para poner en alerta a los responsable de los trabajos del AVE, al haberse convertido éste en un verdadero filón que incita a delincuentes en todo el país.De hecho, este jueves se detenía en Madrid a 55 personas implicadas en el robo de más de 20 toneladas de cable de cobre en varias Comunidades, miembros de una banda donde la labor de cada uno estaba claramente marcada. Mientras unos se ocupan de vigilar los lugares donde robar, otros conducen los vehículos donde cargar el material y otros, de su venta posterior, ya que el precio del cobre se ha triplicado y oscilaría entre los 3 y 5 euros por kilo

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